Porte imperial

Bud

Art Nouveau en Budapest

Cruce de caminos

¿Me das un beso?

Esa maravillosa luz después de la lluvia

Cinco minutos antes de la tormenta

Waiting

El grandioso parlamento húngaro

Todo en uno

Yellow beauty

Camino de Buda

El próximo año cumplirá 150 años este funicular, el segundo más antiguo de Europa y que permite ascender desde la Plaza Clark Adaman Ser, nada más cruzar el archivamos puente de las Cadenas, hasta el castillo de Buda.

En esos 150 años sufrió percances, como su destrucción en la Segunda Guerra Mundial, pero desde 1986 luce radiante y da ese aire un poco decadente que a veces se respira en Budapest.

El trayecto es corto y no es barato (1000 florines ó 1700 ida y vuelta), pero merece la pena, sobre todo si es al final del día y la empinada pendiente da más pereza.

Funciona desde las 7:30 hasta las 22:00.

Las vistas al llegar arriba son espectaculares.

La modernidad que viene

Los contrastes de Budapest

Como ya hemos comentado en otras entradas, Budapest es una ciudad con muchísimo patrimonio, menos capacidad adquisitiva que otras regiones del entorno como Austria o Alemania y probablemente con menor dedicación presupuestaria a la rehabilitación presupuestaria que otras ciudades como Praga, Cracovia o Varsovia.

La consecuencia es que, pese a los esfuerzos y dedicación que se observa en los últimos años, se encuentren edificios que otra ciudad serían emblemáticos o zonas turísticas de la ciudad con construcciones sin restaurar. Ello da una imagen que dificulta entender la grandiosidad de esta ciudad, a orillas del Danubio, orgullosa de un pasado espectacular y que mira al futuro con optimismo.

La foto no la he incluido por ser un edificio magnífico sino por estar situada en la principal arteria comercial de la capital, la Váci Utca. Si esto sucede aquí, resulta fácil de comprender qué sucederá en el resto de la ciudad.

Reflections in the morning

Anochece que no es poco