Y al otro lado del Duero…. Oporto

Camino al paraíso

Lisbon: Tiles, Tiles, Tiles. — PHOTOPHILE

In the European city of Lisbon, capital of Portugal, there are tiles everywhere. Look up, look down, look to the side and you’re bound to see tiles. You’ll even be walking on them! I’ve put together a gallery of just a very few of the tiles I spotted on our […] The post Lisbon: Tiles,…

a través de Lisbon: Tiles, Tiles, Tiles. — PHOTOPHILE

Añoranza de la Alfama

Frío amanecer

last summer dreams

Oporto a tus pies

Devoción portuguesa

Huellas de extraterrestres. O quizás de gaviotas

Hasta la próxima, Aveiro. Adiós, Portugal

O sal

Moliceiros y salinas

Do you remember?

Aveiro, la Venecia portuguesa

Antes de nada debo decir que para mí Venecia solo hay una, con sus virtudes y sus defectos. Y todos los apelativos que se acompañan a otras ciudades, como la Venecia del norte para Brujas o la Venecia alemana para Hamburgo…

Por esa razón lo de la Venecia portuguesa me parece, además de excesivo, mal por todo lo expuesto.

Con el mar próximo, historia de salinas,… Aveiro lucha por avanzar hacia la modernidad y como parte de ella se han acondicionado los dos canales, con una dársena al final.

Los turistas se suben en rápidas barcazas policromadas y recorren los canales, observados sin atención mientras los locales hacen las compras en el recientemente inaugurado centro comercial junto al gran canal.

Portu gallo. El origen de todo.

Rincones de Óbidos

Óbidos es bonito. Nadie podría decir lo contrario.

Este pequeño pueblo amurallado, al norte de Lisboa, lo tiene todo: murallas muy bien conservadas, acueducto, iglesias, plazas con encanto,… color, arquitectura, infraestructura hotelera, restaurantes,… es como todo perfecto, demasiado perfecto.

Sin embargo tuve una sensación extraña que no me dejaba estar del todo a gusto. Creo que es el número de turistas por metro cuadrado. Desproporcionado. Y eso que cuando lo visité se acaban de terminar las jornadas medievales, con mercadillos, reconstrucciones en cartón piedra, representaciones,… y se supone que había menos turistas.

Al final se pierde el encanto. Quizás si se visita fuera de temporada alta sea una maravilla. Así me pareció que quedaba todo un poco artificial, como los restos del cartón piedra que aún quedaban por los rincones.