Conduciendo entre campanarios es una reflexión sobre el cambio en nuestro entorno.
Y hablo de cambio y no de evolución porque desde mi punto de vista no siempre son dos conceptos sinónimos. Y solo la visión retrospectiva nos dice si los cambios fueron para mejor.
Los cambios llegan al entorno rural mucho más lentamente que a las ciudades. De la misma manera que a las grandes urbes llega antes que a las pequeñas ciudades de provincias. Pero terminan llegando.
La fotografía muestra la vista desde un puente elevado en la sierra riojana. Cuando la carretera antigua discurría mucho más baja, siguiendo la anterior calzada romana que comunicaba las tierras del valle del Ebro con Numancia, la iglesia estaba a nivel del suelo y todo discurría con normalidad.
Pero llegaron tiempos de cambios y el nuevo puente se consideró que debía ir más elevado y ello condujo a que hubiera casas que quedaran a un nivel inferior a la calzada y que en la iglesia el campanario estuviera a la altura de los coches.
Todo ello conduce en la actualidad a una visión inusual que deja perplejos a los viajeros que pasan por primera vez por allí. Los coches pasando junto al campanario.
Son consecuencias del cambio.
¿Dónde?
En el pueblecito de la sierra de Cameros en la Rioja llamado Villanueva de Cameros, en los llamados Cameros nuevos. La ermita de los nogales, templo barroco fabricado en ladrillo y sillería.
