La luz de la farola

Cuatro en uno

La llave del éxito

Caminante, no hay camino, se hace camino al andar

Atrapado

Miradas indiscretas

Siempre me han llamado mucho la atención los miradores.

Parecen estructuras desafiantes, intentando capturar toda la luz, día tras día, sin conseguirlo definitivamente, pues finalmente llega la penumbra y les deja esperando hasta que el albor del mañana vuelve a rescatarlos.

Y a la vez, nido de cotillas que se esconde detrás de los visillos, para ver la pareja besándose o si la vecina ha estrenado vestido.

Un mundo pensado para el exterior que seguro que sirve de pantalla infranqueable a mundos desconocidos, mirador adentro, en el que extrañas criaturas campan a sus anchas.

Ese pícaro maestro de la piedra

Pilgrim

Defendamos la muralla

Caminante sí hay camino….

Catedral, alzándose hacia el cielo

Purple… waiting for rain

A la espera del milenio del Santo

… que cantó la gallina después de asada.

Un rincón del pasado