Ahora que todo tiende al mundo global, que hasta el más pequeño rincón se hace multiétnico, que el bar convive con el kebab y el chino, parece interesante saber que era de esta tierra hace 2.500 años. Los de aquí para recordarlo y los no nacidos aquí para que lo aprendan y lo interioricen.
Los berones son un pueblo celta, no celtíbero. Provenientes de Centroeuropa, que en sucesivas oleadas desde el 1.100 al 700 a.C atraviesan los Pirineso y ocupan el Valle del Ebro. Se produce su dispersión entre los s. V a III a.C., ocupando buena parte de lo que hoy es La Rioja.
Hubo tres ciudades principales:
- Vareia: ubicada entre la actual ciudad navarra de Viana y Logroño, contaba con dos núcleos principales: el poblado de La Custodia, núcleo con cuatro recintos, protegidos en parte por una fortificación de arenisca y la ciudadela ubicada en el Monte Cantabria de Logroño, de carácter más defensivo. Tras su destrucción por los romanos en el 76 a.C., se procedió a la fundación por ellos de Varea, a orillas del Ebro, en el barrio actual del mismo nombre y que dio cobijo a parte de los antiguos moradores de los dos núcleos.
- Libia: en la actual Herramélluri.
- Trition: en la actual Tricio.
Parece ser que tenían buena relación con los celtíberos del Sur, en concreto con la tribu de los Pelendones e incluso de los Arévacos que estaban aún más al Sur, con los Vascones situados más en la zona de la Rioja baja y con los Autrigones del Oeste, por tierras actuales burgalesas. Al Norte limitarían con los Várdulos, en la actual Álava.
Las primeras sociedades históricas de los territorios de La Rioja actual se hallaban, a la llegada de Roma, en una clara transición desde formas menos evolucionadas hacia el horizonte estatal, entendido en el sentido de la polis, es decir, del estado-ciudad que tiene un núcleo urbano con un territorio de explotación circundante.
Es probable la existencia en algunos casos de una élite de guerreros que estaría presente durante mediados y finales de la Edad del Hierro, destacando por su importancia los miembros pertenecientes a la caballería. Esta hipótesis está respaldada por los numerosos restos arqueológicos con representaciones de jinetes tales como monedas, estelas, fíbulas y otros objetos de adorno. Así mismo sorprende la gran cantidad de elementos bélicos, muchos de ellos relacionados con el caballo, presentes en las tumbas.
Daban culto a una divinidad innominada, en honor de la cual danzaban a la puerta de sus casas hasta el amanecer en las noches de plenilunio, sin saberse si era la luna o el Padre del que todo deriva de los druidas, irlandeses,…
El empleo de la piedra es muy importante principalmente para la construcción de los sistemas defensivos así como, en algunos momentos, para levantar la parte inferior de los muros e incluso, en poblados con un urbanismo desarrollado, para aceras y pavimentos. Son pocos los utensilios elaborados con este material si exceptuamos un gran número de molinos así como alisadores y percutores.
La producción cerámica, únicamente manufacturada en un primer momento pasa, entrada ya la Segunda Edad del Hierro, a convivir con la cerámica a torno, la cual presenta gran variedad de formas y tamaños, decorándose en ocasiones mediante diferentes motivos pictóricos geométricos, se pueden agrupar en líneas rectas, líneas onduladas, círculos concéntricos, semicírculos concéntricos y bandas con motivos geométricos y de animales.
El empleo de la madera es también frecuente tanto en la construcción de las viviendas como en los sistemas defensivos. También sería utilizada para la fabricación de uso cotidiano. Se han conservado escasos objetos de hueso y cuerna correspondientes a mangos de herramientas y silbatos.
Con respecto a la metalurgia del bronce está generalizada durante la primera mitad de la Edad del Hierro siendo abundantes las piezas de adorno de variada tipología así como la presencia de algún horno para refundir chatarra. Es avanzado el milenio anterior a nuestra Era cuando la producción de bronce se verá desplazada por la de hierro, estando presentes muy frecuentemente las escorias. Se han hallado aperos de labranza y herramientas de hierro.
La fabricación de tejidos, principalmente a partir de la utilización de la lana, se documenta con las abundantes pesas de telar descubiertas.
La producción agrícola ocuparía en este momento muy probablemente importantes extensiones en las zonas más próximas a los asentamientos e incluso, en algún caso, en el interior de los mismos. La variedad de especies, predominantemente gramíneas, está constatada en las grandes cantidades de restos calcinados recuperados en el interior de las voluminosas vasijas de almacenamiento reventadas sobre el terreno en muchas de las viviendas y proximidades de las mismas.
La ganadería está igualmente representada: oveja/cabra, la vaca y el cerdo, estando así mismo presentes el caballo y el perro entre otras especies.
La actividad comercial, ampliamente extendida por todo el continente europeo, es patente, como no podía ser de otra manera, en el estratégico territorio de los berones. En este caso, las transacciones probablemente tendrían lugar entre gentes ubicadas a corta y media distancia, lo cual no quiere decir que no existiesen relaciones más esporádicas a mayor distancia como ha quedado documentado en otros yacimientos. La presencia de monedas incide así mismo en las relaciones comerciales,
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