Dice el refrán popular que la esperanza es la última que se pierde. Por algo será.
La vida nos depara situaciones difíciles, a veces muy complicadas. Lo único que nos permite seguir adelante es tener esperanza.
Por eso esta foto es un grito de rebelión contra el fracaso. Una alegoría contra el bajar los brazos.
Una ventana a la esperanza marca una determinación, un compromiso, una promesa. Mantener la esperanza debe ser el leitmotiv de todos nosotros.
Con esperanza el triunfo es posible y cada vez está más cerca.