Te propongo carretera y manta, viajar a lo desconocido sin pasaporte de vuelta, perdernos en ninguna parte a la vista de nadie, creernos mochileros con ganas de aventura.
Te propongo paseos por playas desiertas y callejuelas infinitas, rincones íntimos y tumultuosas plazas, soles tibios y lunas plateadas, anocheceres cálidos y dulces amaneceres.
Te propongo risas sin medida, apagar desconsuelos con solo mirarnos, encontrar en un día tedioso la razón de vivir, bucear por el mar de tu mirada.
Te propongo una travesía capaz de salvar cualquier océano, una casa luminosa en el horizonte, un camino hacia el paisaje de la vida, un lugar de descanso entre mis brazos.