Hay un restaurante en Santander, fuera de los circuitos que frecuentan los turistas, que hacen que merezca la pena una escapada a la capital de Cantabria.
Su propietario, Koldo, es un auténtico fenómeno.
Con los chefs pasa como con los médicos, se da por hecho que saben cocinar. Por ello valoras y agradeces un trato próximo, unas recomendaciones acertadas a la hora de elegir el menú… un hacerte sentir como en casa, o como el mejor cliente que jamás tuvo el restaurante.
La comida que recientemente disfruté me hace llorar de gozo solo con recordarla.
Gracias.