El mundo está cambiando. Ya nada es como era. Los viajeros ingleses de finales del s. XVII en el Grand Tour pasaban meses, incluso años, en visitar Europa, se empapaban de la cultura, de la cocina, de la artesanía,… Hoy cada vez nos parecemos a esos japonesitos o americanitos que visitaban toda Europa en 5 días, sin casi bajarse del autobús.
La consecuencia es que hoy en día muchos conocen Praga, pero muy pocos conocen Chekia. Ese es el motivo por el que hoy quiero hablar de Cesky Krumlov, una preciosa, muy preciosa ciudad checa cerca de la frontera austríaca, en la carretera de Linz a Praga. Patrimonio de la Unesco desde 1992.
Es un meandro infinito, lleno de rincones románticos, de espacios donde perderse, de golden gates que cruzar y aparecer en el s. XIV con los Rosenberg campando por estos pagos,…
Y todo ello, hasta que este blog se haga famoso, a unos precios que nada tienen que ver con los de la capital, que ya ha sucumbido a la globalidad.
Merecería la pena visitarlo aunque no existiera Praga.
Para dejaros la miel en los labios hoy solo pongo fotos nocturnas. Prontos las diurnas
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