Casa de labranza

Cuando paseas por los pueblos es frecuente encontrar una casa especial, cuidada con esmero.

Una casa con detalles que te hacen pensar en quién vivirá dentro, quién tendrá el buen gusto de decorar estas enormes casonas, que agradable hogar dará sentido a las frías noches de invierno.

Y seguro que no es un decorador venido de la capital, seguro que hay una persona anónima, con un gusto exquisito y que sabe combinar lo viejo con lo nuevo, las plantas con los aperos de labranza, la piedra con la madera.

Te das cuenta por qué a los materiales nobles se les llama así, cómo la madera da calidez, la piedra robustez, la forja valor,…

Parece como si hubieras pertenecido a ese sitio desde siempre.

Sin darte cuenta te pones a soñar despierto.

Qué agradable debe ser vivir allí, levantarte cada mañana con el ruido de los pájaros, oír el gallo del gallinero del vecino, ver cómo va levantando la niebla con los primeros rayos del sol…

Un claxon impertinente te devuelve a la realidad, el móvil tiene mala cobertura, se hace tarde,…

It was just a dream.

But sometimes the dreams come true… please keep dreaming.