La Rioja, como ya hemos contado en este blog, ha existido como región desde hace muy poco, pero se ha hablado de La Rioja desde hace muchos siglos, independientemente de su toponimia, siempre con origen en lo que hoy se conoce como Rioja Alta. Por eso se explica que existiera antes cronológicamente la Rioja argentina, incluso la peruana, que la española.
Juan Ramírez de Velasco, nacido en el pueblo riojaalteño de Estollo, cercano a San Millán y siendo gobernador español del Tucumán, fundó esta ciudad bajo el nombre de Ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja, el 20 de mayo de 1591, estableció su cabildo y trazó su ejido repartiendo solares al contingente de soldados que lo acompañaron en la proeza fundacional.
Para la fundación de la ciudad de La Rioja, lo primero que hizo Ramírez de Velasco fue solicitar apoyo económico a Blas Ponce, uno de los más antiguos vecinos del Tucumán y rico encomendero. Con él firmó un convenio en enero de 1591, en los siguientes términos: Ponce acompañaría al gobernador, aportaría 6000 pesos, ropa de trabajo, cabalgaduras, herramientas, herrajes, 50 bueyes para la labranza de la tierra, 2000 cabras y 1000 carneros para alimentación de los integrantes de la expedición, tomaría a su cargo la contratación de un sacerdote pagándole todos sus gastos; más los ornamentos, vino y cera de la futura iglesia. Se construiría un fuerte para protección de la ciudad y el gobernador proveería pólvora y munición.
A cambio de esas obligaciones, Blas Ponce sería designado teniente general de la gobernación, lugarteniente y justicia mayor de la nueva ciudad, quedaba autorizado para efectuar el repartimiento de las encomiendas y conceder mercedes de tierras, sin limitación alguna. Tendría para sí una nueva encomienda en la nueva ciudad sin la obligación de vecindad, ya que seguiría disfrutando del repartimiento que poseía ya en Santiago del Estero, ciudad de la cual era vecino feudatario. Se le otorgarían estancias y mercedes de tierra vecinas a las minas que se descubriesen, el derecho a instalar molinos, uno en la ciudad y otro en las tierras en las que se siembren para sustentar a los trabajadores de las minas; y derechos sobre la explotación de las minas.
El gobernador conformó un contingente con vecinos de Santiago del Estero, San Miguel de Tucumán, Córdoba y Potosí. La expedición fundadora partió desde Santiago del Estero al mando del gobernador Ramírez de Velasco con rumbo al oeste, hacia la actual provincia de Catamarca, en dirección al valle de los diaguitas, a fines de marzo de 1591. Acompañaban al gobernador el maestre de campo Blas Ponce, el hijo homónimo del gobernador como alférez general, el sacerdote Baltasar Navarro y Luis de Hoyos, como escribano de actuación. Integraban el contingente 70 hombres montados, unos 750 caballos de guerra y carga, un convoy de 14 carretas tiradas por bueyes, 4000 cabezas de ganado menor (ovejas, carneros y llamas). Los acompañaban unos 400 aborígenes amigos.
Avanzando hacia el sur, el 10 de mayo de 1591 llegaron al lugar que los naturales denominaban Yacampis. Previa consulta con los indígenas de la zona sobre la conveniencia del lugar y por cierto que con Blas Ponce, eligieron el sitio donde fundar la nueva ciudad. El mismo tenía agua, pasto y leña. Se procedió entonces con las formalidades, haciendo pasear el estandarte real donde sería la plaza mayor, se clavó en ella el rollo y se declaró fundada la ciudad el 20 de mayo de 1591 a la que se le puso el nombre de Ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja. Se designaron a los funcionarios del Cabildo, se les recibió el juramento, les dio posesión de sus oficios o cargos y se ofició una misa a cargo del sacerdote Navarro; se distribuyeron las parcelas para los pobladores y las órdenes religiosas.
Finalmente, el gobernador emprendió el regreso a Santiago del Estero, dejando allí a 51 españoles y un cura. Todo el viaje y fundación de la ciudad fueron debidamente cronicados por el escribano Luis de Hoyos.
Se nombró teniente de gobernador al maestre de campo Blas Ponce y se organizó el primer Cabildo, siendo designados alcaldes Pedro López de Centeno y Francisco Maldonado de Saavedra.