Es el modo en que llama Canon al modo de trabajo en el que tú marcas la apertura del diafragma y la máquina ajusta el resto de parámetros.
Lo podemos usar para:
Retratos: Seleccionando una apertura reducida (f/1.4 por ejemplo) conseguimos convertir el sujeto en el indiscutible centro de atención de toda la foto. Esto sucede porque cuanto más pequeño sea el valor de la Apertura (el famoso número f/), más nítido será el sujeto retratado y más desenfocado será todo lo demás.
Objetos: Permite centrar el enfoque sobre un objeto o producto concreto, conduciendo así la atención del espectador hacia él. Por ello este modo se usa con frecuencia en el mundo de la publicidad estática, fotografía de productos, marketing, etc.
Bokeh: Esas fotos en las que el sujeto u objeto principal está enfocado mientras que por detrás unas luces difuminadas decoran el segundo plano.
Paisajes: Es maravilloso cuando se trata de capturar un paraje natural en todo su esplendor. Así como en el retrato podemos bajar el número f/ lo máximo que queramos para que así la zona enfocada sea únicamente la cara de nuestro sujeto protagonista, resulta que en los paisajes lo que interesa es todo lo contrario, es decir, que haya cuanta más zona enfocada mejor. De hecho, lo ideal en un paisaje normalmente es que la totalidad de la foto tenga enfoque y nitidez (primer plano, segundo plano, árboles, rocas, montañas, ríos, elementos cercanos, elementos lejanos, nubes, TODO) por lo cual empleamos la misma técnica que en el retrato pero esta vez al revés: seleccionamos el Modo de Prioridad de Apertura y ajustamos un valor f/ más bien elevado, generalmente entre f/11 y f/16 si es un día soleado.
Fotos con poca luz (y sin trípode):
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