En primer lugar debemos admitir que todos conocemos la silueta del Ayuntamiento de Florencia.
Junto a la catedral y el puente Vechio son, probablemente, las tres imágenes más características de la capital de la Toscana.
Dominando la plaza de la Señoría, es imposible no estar allí y no elevar la vista hasta la parte superior de este Palacio Viejo, la torre di Arnolfo.
Esta forma de reinventar las fortalezas para reconvertirlas en palacios, servirá de referencia para la mayoría de los edificios públicos y privados edificados con posterioridad en toda la Toscana.
El bello edificio del s. XIV se construyó en el sitio del antiguo teatro romano que se levantaba junta a las termas de la ciudad.
Pero lo que seguramente a más de uno le pasará desapercibido es la belleza interior del edificio. Especialmente relevantes son el patio interior que muestra la fotografía y el salón de los quinientos.
Yo mismo debo reconocer que no viviré el interior hasta mi tercera visita a la bella ciudad a orillas del Arno.
Por lo tanto, siempre que sea posible, merece la pena la visita al interior del palacio.
El Ayuntamiento de Florencia es algo más que un bello edificio de imponente figura.
Esta entrada ha sido remitida a esta página Where´s my backpack, a propuesta suya. Muchas gracias.
Las familias suelen heredar sus riquezas y propiedades de generación en generación, pero que ese estatus y bienes se mantengan por más de seis siglos es algo casi imposible de creer. Sin embargo, en Florencia es así. Los ricos de hoy son los mismos que los de hace 600 años.
Según un estudio liderado por los economistas Gugliemo Barone y Sauro Mocetti, los apellidos más adinerados de Florencia han sido los mismos durante los últimos seis siglos. Esto lo han averiguado gracias al estudio de las declaraciones de impuestos del año 1427, información que fue digitalizada y está disponible para todos en Internet.
Aunque es cierto que determinar que son las mismas familias basándose solamente en el apellido es algo que puede ser inexacto, los investigadores aseguran que en Italia se vive una situación bastante peculiar: las familias y sus apellidos se mantienen muy arraigadas a sus regiones, y las descendencias están muy bien definidas y establecidas en las mismas ciudades que sus antepasados.
Gracias a estudiar y comparar las declaraciones de ingresos en los pagos de impuesto de 1427, comparándolos con los del año 2011, los apellidos más adinerados seguían siendo los mismos. Esta clase de situaciones también se da en países como en Inglaterra y China, aunque no deja de ser curioso que estas familias italianas hayan mantenido su posición y riqueza después de tantas guerras, invasiones y un período dictatorial como el de Benito Mussolini.
