Soy de tierra adentro. En realidad lo he sido toda mi vida y nunca he vivido en ciudades con costa.
Y sin embargo, cuando paseas por cualquier ciudad o pueblo con playa o con puerto, puedes llegar a intuir lo que sienten los que han nacido y vivido toda su vida viendo amaneceres alucinantes y atardeceres de ensueño, oyendo la cantinela del mar o el romper de las olas.
No tiene nada que ver.