- Piensan por defecto que la vida es dura.
- Creen que no se puede confiar en la mayoría de la gente.
- Se concentran en lo que va mal, no en lo que va bien.
- Se comparan con otros por envidia.
- Ansían controlar su vida.
- Piensan en el futuro con miedo y preocupación.
- Siempre hablan de cotilleos y quejas.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de The Huffington Post y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano.