Finales de julio. España sufre una ola de calor horrorosa. Hasta las regiones del norte sufren temperaturas a las que sus gentes no están acostumbradas.
Y toca decidir dónde ir de vacaciones. Poner de acuerdo a todos los miembros de una familia es muy, muy difícil. Aunque sea para ir de vacaciones. Y así se llega a una semana antes de empezar las vacaciones sin decidir donde ir.
Así que en el último momento y con un acuerdo de mínimos, decidimos ir a Portugal.
Portugal tiene muchos kilómetros de costa para la extensión de que dispone. Pese a ello, la influencia amortiguadora del mar no se deja notar en el interior, Los inviernos son fríos y duros y los veranos son muy muy calurosos.
Comenzamos el viaje de madrugada, con 17 grados de temperatura, Cruzamos media España y a las 14 horas (13 horas en hora de Portugal), llegamos a Elvas, nada más pasar la frontera. El termómetro marcaba 44 grados. Pero eso ya es otra historia, la historia de nuestra próxima entrada de blog.
Moraleja: Si no quieres pasar calor, no viajes al sol.