Ser feliz. Qué fácil y qué difícil.
Si le preguntas a mil personas en qué consiste la felicidad, probablemente habrá 900 opiniones diferentes o quizás más.
Con los años he ido aprendiendo que nos empeñamos en buscar la felicidad a nuestro alrededor, en las personas que nos rodean, en la familia, en nuestros propios hijos… pero es un error. La felicidad está en nosotros mismos.
Comentaba con un amigo este tema y él defendía que la felicidad es algo orgánico, innato en cada persona. Y cada sujeto tiene inputs y outputs que le suman o restan felicidad.
Yo tengo otra teoría. La felicidad es una ecuación, con su numerador y denominador. lo que importa es que el resultado de la ecuación sea mayor o igual a uno.
Cuando tenemos un numerador potente, podemos soportar un denominador importante. Cuando crece el denominador (o el sumatorio de denominadores) la felicidad se esfuma.
Y como tengo el convencimiento que somos el centro de nuestro universo y todo gira en torno a nosotros, cada día varían los ítems del numerador y del denominador.
En consecuencia, cada día da un resultado distinto esa ecuación y somos más o menos felices.
Cuando irrumpe un factor potente en el numerador, te comes el mundo. Cuando es en el denominador, el mundo se te come a ti. Sencillo, ¿no?
That’s all folks.
P.S.: When you fall in love, that’s the most important factor in the numerator. Do you know what I mean?