Samaniego es un pequeño pueblo de la Rioja alavesa, de no más de 300 habitantes, a 10 km de Laguardia y a 25 de Logroño.
La importancia del pueblo radicó en su ubicación militar transfronteriza. Era la avanzada de las fortificaciones de la plaza fuerte de Laguardia en el extremo occidental en su frontera con la Sonsierra.
De las murallas y los castillos de antaño sólo queda hoy un torreón circular junto al que posteriormente se construyó el templo actual (se aprecia en la foto).
Su posición transfronteriza atrajo a diversas familias de abolengo, de entre las que destacarían especialmente los Samaniego y los Fernández de Berrueco.
Samaniego rebosa vino y cultura del vino por todos los costados.
Si visitas el viejo torreón circular, un mural simulando un racimo de uva, que sorprende por inusual.
Si recorres sus calles en cada rincón, cada portal, cada farola, tiene un pequeño anillo de sarmientos, o un racimo fabricado a base de corchos de botellas de vino,…
Las jardineras que adornan todo el pueblo son toneles cortados por la mitad y en los que florecen flores multicolores.
Y la gastronomía que se puede degustar en el hotel restaurante de Palacio de Samaniego, rezuma la cultura del vino en muchos de los platos. Este palacio del s.XVIII, acoge solo 12 habitaciones, pero llenas de encanto.
Este palacio, popularmente conocido como La Casa del Cura es un bonito palacete, de aspecto señorial, con fachada de sillería de piedra, exhibe el escudo de armas de sus fundadores y fue edifiacada dentro del ramal de Rioja Alavesa para los peregrinos del Camino de Santiago. Así lo atestigua con su ornamenta en la fachada principal, con el símbolo de una gran concha del peregrino.
En conclusión, Samaniego es un pueblo pequeñito, donde te puedes dar el lujo de pasear por sus calles, sin cruzarte casi con gente y disfrutando de cada rincón.