Si queremos retocar correctamente un retrato con un dodge&burn, debemos obedecer a la anatomía del cráneo: iluminar el hueso y dejar en penumbra la parte de músculo, así como la papada.
El mejor esquema de iluminación para conseguir este efecto es el cenital, que nos ofrece exactamente lo que queremos, aunque este tipo de luz apenas se trabaja por el efecto tan dramático que ofrece; en su lugar, debemos moldear la luz acorde a la cara de nuestro retratado, optando por una luz más cenital cuanto más redonda sea el óvalo facial, y con más posibilidades cuanto más cuadrada sea el cráneo de nuestro retratado.
Consejos y zonas críticas
A modo de pequeños tips, me gustaría marcaros el procedimiento general que sigo para retocar una cara…
- Frente: La frente es todo hueso, por lo que debe quedar homogeneizadamente iluminada, evitando manchas de la piel y zonas desigualmente iluminadas debido a la estructura ósea del cráneo. En la zona de mayor incidencia de la luz, normalmente busco una zona de destello o brillo especular en la piel de tamaño pequeño o mediano que genere textura y marque el poro para crear volumen.
- Cejas: La zona de las cejas es una protuberancia que pasa por encima de los ojos. Sin embargo, esta protuberancia se encuentra generalmente oscurecida en el entrecejo, generando un ‘entrecejo visual’ producto del volumen de sombra generado que es necesario aclarar.
- Sienes: Las sienes es un punto muy interesante, ya que a pesar de ser una zona de hueso, suelo oscurecerla para corresponder la forma del cráneo, generando un volumen que delimita la frente y las cejas.
- Pómulo: El triángulo del pómulo y el hueso de la parte inferior de la cavidad ocular o pómulo superior no debe sólo iluminarse, sino que debe ser fuente de brillo especular en la piel de un tamaño pequeño. Es una zona que no debe quedar matizada mediante maquillaje y que generará una zona de volumen muy interesante si sabemos moldearla. El triángulo Rembrandt debe quedar marcado casi en la totalidad de los casos.
- Zona maxilar posterior: La parte trasera del maxilar (lo que sería la zona de la patilla) la suelo oscurecer con una línea diagonal, que acompaña a la línea del triángulo Rembrandt, y que genera ese efecto ‘calavera’ tan estético.
- Maxilar inferior: El maxilar inferior, siendo una zona de hueso, debemos iluminarla aunque no debe buscarse zona de brillo especular, simplemente contrarrestar la zona que hemos oscurecido por arriba en la zona entre el pómulo y el maxilar inferior.
- Rictus: Algunos fotógrafos se emperran en borrar el rictus, pero eso no es correcto, es un pliegue natural de la cara que podemos disimular pero en ningún caso eliminar. Yo suelo darle un par de toques con la zona clara para disimularlo en caso de que esté muy marcado, pero repito que en ningún caso debe clonarse el pliegue ni homogeneizar la cantidad de luz con la zona del pómulo.
-
Barbilla: En la barbilla yo suelo destacar la zona de la barbilla por ser una protuberancia huesuda muy importante. No le doy mucha importancia para no darle un volumen excesivo, pero debemos corregir manchas e iluminación desigual de forma que quede redonda y homogénea.
Tomado de un artículo de Daniel Jiménez, publicado en Xatakafoto.