Desde que se edificó por primera vez en piedra siempre ha habido comercios en él. Hoy en día es un enjambre de turistas que según qué épocas del año vayas, le hacen perder parte de su encanto.
Dicen que fue el único sobre el Arno que no se destruyó por los alemanas en su retirada por orden expresa de Hitler. De cualquier manera gracias a quien corresponda. Sus atardeceres son maravillosos.
No soy muy partidario de hacerlo pero por una vez he incluido una foto mía al final.