Cuando un lugar se llama Lugar del Río debe ser porque el río en cuestión debe tener mucha importancia para el devenir de la vida diaria del lugar. Se trata de una pedanía de San Millán de la Cogolla, con no más de 20 habitantes censados.
El río en cuestión es el llamado río Cárdenas, afluente del río Najerilla por su margen izquierda. Nace en las laderas de Pancrudo, en el término denominado «Aguas Cárdenas» en la Sierra de la Demanda, o Montes Distercios, discurre por las términos municipales de San Millán de la Cogolla, Berceo, Badarán y Cárdenas hasta desembocar en el río Najerilla.
Por estos lares de Lugar del Río debió pasear San Millán, tras su desencanto en la corte visigoda en los inicios del s. VI y antes de su decisión de dedicarse a la vida de eremita a escasos pasos del río Cárdenas. De allí nacería el monasterio de Suso (el de arriba), próximo a San Millán de la Cogolla, crisol de religión y cultura.
Con los siglos y ya en el s. XI se comenzó la edificación del monasterio de Yuso (el de abajo), en el pueblo del mismo nombre, donde la Historia con mayúsculas nos recuerda que se dieron las primeras frases escritas, en el margen de los textos en latín que disponían los monjes, tanto del castellano como del euskera.
Gonzalo de Berceo, uno de los máximos representantes del mester de clerecía, que profesó como monje en el monasterio de San Millán de la Cogolla, nació en Berceo, aguas abajo del río Cárdenas y paseaba asiduamente por las orillas de este río desde su niñez. Su obra los milagros de nuestra Señora es mundialmente conocida y es estudiado como uno de los primeros escritores en lengua castellana, con abundancia de vasquismos en los mismos. La Historia es lo que es y no lo que algunos les gustaría que fuera.
Como para no ser importante el río Cárdenas y el Lugar del Río… Cárdenas en la Historia.