Iglesuela del Cid es un pequeño pueblo de poco más de 400 habitantes en la región turolense del Maestrazgo, a dos pasos de Castellón.
Pequeño en tamaño pero de una belleza inmensa. Merece muy mucho la pena la parada y el callejeo tranquilo, preferentemente entre semana.
El origen de La Iglesuela es remoto, dado que se tiene noticia de que existía mucho antes de la llegada de los cartagineses, siendo conocida como Athea. Luego conoció diversos nombres, tales como Clesihuela, Egosuilla, Alglisuela, Layguysuela y Delaigleisuela; en 1464, tomó su nombre definitivo, Iglesuela. Después adoptó el apellido «del Cid», en atención a que fue precisamente Rodrigo Díaz de Vivar quien mandó fortificar el pueblo y levantar su castillo.