Hay un lugar en el valle de Tena, pueblo de Piedrafita arriba, donde en una cómoda excursión familiar, se puede llegar a un ibón (lago por deshielo en Aragón) pequeño, coqueto, pero que lo tiene todo para ser uno de esos rincones maravillosos, entre el cielo y la tierra, donde te encuentras a tí mismo si estás un poco perdido.
Es el ibón de Piedrafita.