En los terrenos hoy en día de una bodega de Navarrete, al oeste de Logroño, camino ya de Nájera y siguiendo el Camino de Santiago, se levantaba un hospital de peregrinos desde el s. XII.
Con el devenir de los siglos fue perdiendo importancia hasta que la desamortización de Medizábal, del s. XIX, le dio el golpe de gracia.
De no haber sido por la iniciativa de unos cuantos, coordinados por el arquitecto Luis Barrón, en 1887, se hubieran perdido todos los restos.
Pero esa iniciativa consiguió salvar la portada y alguna de las ventanas, adosándolas al cementerio de la ciudad, en el extremo opuesto de Navarrete, donde hoy se pueden aún disfrutar.
Para más información: San Juan de Acre en Navarrete.