Iracheta es una pequeña localidad, perdida en el valle de Valdorba, uno de esos lugares que no pasas para ir a parte alguna, pero que merece la pena y mucho ir y perderse entre sus verdes lomas infinitas.
No más de 50 habitantes censados (han fallecido dos en los últimos 10 días), es un pueblo precioso, cuidado con esmero y cariño por sus moradores, repleto de rincones de película.
La guinda del pastel es su hórreo centenario, uno de los más antiguos de España.
Cuentan los del pueblo que hasta la expropiación se podían ver a las vacas y los cerdos campar a sus anchas por los bajos, entre los arcos de medio punto, mientras el piso superior se usaba de almacén de grano y solo se podía acceder a través de la escalera.
Dicen los lugareños que a esa escalera se la conoce como de los borrachos. No en vano, más de uno se ha caído desde lo alto al «intentar arengar a las tropas» desde lo más alto.
No os defraudará.