¿No os habéis preguntado a veces qué hay al otro lado?.
El médico, cuando pasa consulta y pregunta al paciente por sus dolencias y en el transcurso de la entrevista, escucha al paciente hablando a veces de temas ajenos a su enfermedad y que terminan por dar una idea de la vida del paciente y sus acompañantes. Su indumentaria, su manera de hablar, su nivel cultural,.. Sus problemas, sus ilusiones, sus temores,… Se cierra la puerta y con él se va la historia del paciente. Probablemente nunca más se sabrá de ese paciente.
Algo parecido sucede con el dependiente que vende, por ejemplo ropa y que en el transcurso de la venta, el cliente habla de sus problemas de sobrepeso, del presupuesto ajustado, de sus necesidades, de problemas en el trabajo, de la crisis,… Se termina la venta con éxito o no y se acabó la historia.
Y qué no decir de cuando ves una estatua o una sepultura, ¿qué viviría esa persona?, ¿qué inquietudes tendría?, ¿sería una buena persona o un infame?, ¿Cómo sería la vida en aquella época?, ¿Qué gente rodeaba al finado en su día a día? ¿Cómo le llegaría la muerte?. Y la misma escultura, mutilada a lo largo del tiempo, ¿Qué vicisitudes habrá sufrido con el paso de los siglos?.
Siguiendo con la divagación, ¿cuantos cientos de personas pasan a nuestro lado en una semana? , ¿Qué maravillosa película supondría la vida de cualquiera de ellos?, ¿qué magnífica entrevista supondría para cualquier revista o para cualquier magazine?, ¿cuales son sus reales inquietudes y problemas?.
Son las historias del otro lado.