Ya he escrito en otras entradas del anticuario de Sallent de Gállego. Un hombre peculiar en su indumentaria, apariencia,.. todo un personaje, acorde con su trabajo.
Siempre hay expuesta alguna pieza en el exterior. Colocado todo de tal manera que resulta creíble que hayas viajado en el tiempo y hayas aterrizado dos siglos atrás en estos mismos parajes. Esta es una sensación que vuelve a mí cada vez que paso por allí. Y que me lleva a fotografiar una y otra vez la ventana enrejada que hace de escaparate exterior.
Un poco alejado del centro de Sallent no os lo podéis perder. Entrad y disfrutad de los mil y un artilugios recogidos de aquí y allá. Siempre encuentras algo que no necesitas pero que te hará recordar momentos felices.
Y a la salida, un poco más arriba, una panadería pastelería que hará vuestras delicias. Magnífico pan y fantásticas tartas caseras.
Así que ya veis, dos consejos por uno.