El papamoscas más famoso y hasta hace poco único para mí era el de la catedral de Burgos, animación y reclamo del templo gótico burgalés.
Pero en una de mis escapadas para conocer los 174 municipios que forman mi Comunidad Autónoma, he ido a parar a Canales de la sierra, ultimo pueblo riojano antes de cruzar la frontera con Castilla y León, de la que dista solo 5 km.
Y me he llevado varias sorpresas, como lo bonito y bien cuidado que está, pese al acceso nada fácil que tiene. Las descomunales ermitas de que dispone, que en cualquier otro pueblo serían la iglesia del pueblo, pero que aquí, por el dinero de la trashumancia o el de los indianos que volvieron de ultramar con dinero fresco, son simplemente ermitas.
Y otra, motivo de esta entrada, el papamoscas, en la llamada torre del reloj. Al lado del reloj, en uno de los laterales de la torre se encuentre un artilugio al que llaman “Papamoscas”, que representa la cara de una máscara con bigote que abre la boca a las horas y las medias. Data de la segunda mitad del s. XVIII.
Una rareza, a más de mil metros de altitud, en el primer pueblo riojano en contar con fueros, después de ser recuperado al sarraceno en el 934.