Vaya por delante que no defiendo los zoológicos a la vieja usanza, como ya he expuesto en este blog en alguna ocasión previa como cuando hablé del zoológico de Budapest que yo conocí. Como siempre, lo que escribo es desde mi libertad y siempre dispuesto a escuchar las opiniones de los demás.
Pero una vez aclarado esto, me gustaría exponer un alegato en defensa de los parques faunísticos como el de Lacuniacha en el Valle de Tena, en el que conviven diferentes especies en semilibertad y en el que se puede disfrutar de los animales sin acercarse en exceso y, en consecuencia, sin estresarles ni generarles daño alguno.
Además de servir de diversión y de ocasión para pasar un agradable día en familia, haciendo un poco de ejercicio, sacando fotos, descubriendo paisajes maravillosos,… realizan una labor importante protegiendo y favoreciendo su cría de animales en peligro de extinción como el lince ibérico o el bisonte europeo, colaborando con otros centros para favorecer su reproducción , como recientemente que se han enviado ejemplares de bisonte a León para su aparejamiento.
Por todo ello quiero mostrar mi mayor repulsa y rechazo a los actos vandálicos que tuvieron lugar recientemente en el parque de Lacuniacha y que, destrozos aparte, supusieron la puesta en libertad de todos los ejemplares de lince, entre ellos un cachorro aún no preparado para «vivir la vida».
Afortunadamente se pudieron recuperar todos los ejemplares, incluido el cachorro, pero tras el estrés (esté sí que fue estrés) de dardos anestésicos, caza a lazo,…
Defendamos nuestros puntos de vista pero, por favor, informémonos y seamos respetuosos. Las generaciones venideras lo agradecerán.