Guardaviñas hay muchos en la Rioja Alta, más de cien, en la Sonsierra, en la zona de Badarán, en la Rioja Alavesa,… pero hay uno, a mitad de camino entre San Vicente de la Sonsierra, Ábalos y Baños de Ebro que descubrí hace tiempo y que ha servido de icono a mi blog.
Y la idea de tener al guardaviñas como periscopio desde el que observar todo lo que me rodea ha sido el leit motiv de mi blog desde que arrancó el anterior proyecto.
Este guardaviñas del que os hablo, que es el de la imagen, es como un talismán y cuando hay días que cojo el coche y me voy a oxigenarme y que me de el aire, me encuentro, sin darme cuenta, a las puertas del guardaviñas, que es casi como mi lar de los romanos.
He estado recientemente en él, ya pasada la vendimia y con los tonos de las hojas mudando de verde a ocre y rojo.
Como cuando estás enamorado, mi guardavías (que no es de mi propiedad), siempre me parece bonito.