Aunque la región de Austria que más fama lleva es el Tirol, con Innsbruck como capital, Hay otras regiones que merecen la pena muy mucho, al margen de Viena o Salzburgo.
El Salzkamergutt es una de ellas. Sin unos picos de tanta envergadura como los alpes tiroleses, es una región llena de lagos, que rodean al río Salz, camino de la barroca Salzburgo. Merece la pena perderse dos o tres días y cambiar las calles preciosas, el Mozart omnipresente y la tarta sacher por el picnic en las playas de cualquier lago, excursiones por los alpes calcáreos de Salzburgo, visitar la cueva de hielo de Dachstein o la estancia en uno de los muchos hotelitos con encanto y el dejar pasar el tiempo lentamente haciendo… nada.
Los cementerios son la expresión de las gentes que los crean.
Dependen obviamente de la religión que los inspiran, pero dependen de la época, las tendencias arquitectónicas, el estatus social, las modas de la época,…
Quizás por ello, en muchas ciudades, se organizan visitas turísticas de cementerios. A priori parece un poco tétrico, pero en la práctica es muy interesante.
Debo admitir que no me entusiasman estas visitas pero también debo aclarar que visitas como los cementerios, tanto alemanes como aliados, en Normandía, o las tumbas apiladas unas sobre otras del cementerio judío de Praga, o este cementerio antiguo de Estambul, resultan simplemente INOLVIDABLES.
Viendo las ciudades medievales, y el casco antiguo de Florencia lo es, ven elevarse hacia el cielo sus torres de las familias adineradas, las torres de sus iglesias, las torres de sus ayuntamientos,…
Atrás quedó la época más introspectiva del románico.
La duda que te queda es hasta qué punto se elevaban en la búsqueda de Dios, de si eran elementos defensivos y vigilantes o si era una manera de aparentar y de hacerse notar entre sus conciudadanos.
La torre del ayuntamiento de Florencia es un ejemplo, pero ahí están en esa misma ciudad,o el campanile de la catedral de Santa Maria de Fiore. O las siete torres medievales que aún se conservan en la ciudad.
Toda la Toscana está llena de ejemplos: San Gimignano, Siena, Pisa,…