Paseos por Flandes
Algo más que una región


From my guardaviñas / Desde mi guardaviñas
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Hay una plaza en Pau, capital de los Pirineos Atlánticos, que es el centro de la vida neurálgica de esta preciosa ciudad. Allí están los almacenes Lafayette, la tienda Apple, restaurantes, tiendas de ropa,… un poco de todo. Es la plaza Georges Clemenceau.
Siempre me ha llamado la atención las flores tan bonitas que hay en cualquier época del año. La verdad es que en eso los franceses son más cuidadosos.
Para comer os recomiendo el restaurante alsaciano de una de las esquinas. No cierra a mediodía, lo cual resulta útil para los españoles y puedes probar un poco de todo: ostras y marisco de Arcachon, flamenkuchen de Alsacia, buenas carnes del Pirineo,…
Parque faunístico de Lacuniacha
Desde que abrieron en 2001 he estado muchas veces y siempre se descubre algo nuevo.
Cada estación aporta cosas diferentes: la nieve te transporta a Laponia o a Alaska. La primavera trae la nueva vida, el agua, los brotes,… El verano el color y la nueva vida correteando por ahí (no me refiero los turistas) y el otoño, ¡Qué pasada!. Mil y un colores y la berrea. Pocos espectáculos como ese.
Han incorporado ahora unos osos que seguro será la guinda del paste. Enhorabuena.
Dice el oráculo de wikipedia que los GUARDAVIÑAS son edificaciones rurales de piedra, de una sola planta, típicas de La Rioja, casi siempre de forma circular y con una falsa cúpula. Surgen a finales del s. XIX, la mayoría se encuentran en la Rioja Alta.
Se utilizaban como refugio de agricultores de la vid y sus animales de labor ante las inclemencias del tiempo. También fueron usados por las instituciones de Guardas de Campo, para vigilar desde estos emplazamientos las cosechas.
Os dejo una foto de este noviembre.
Dejamos Dinan contentos por lo disfrutado y prometiéndonos a nosotros mismos que volveremos. No tiene la fama de otras pero tiene tanto encanto o más. Cruzamos el río y deshacemos el camino andado hacia la costa pero por el otro lado, hasta llegar a Saint-Malo.
SAINT-MALO:
Saint-Malo es como Dinard pero que ha tenido mejor envejecimiento. Se respira más vida diurna y nocturna. Su población en verano supera los 200.000 habs., lo que nos da idea del jolgorio estival. Para gustos, colores. Yo prefiero seguir la línea de la costa hacia el Este hasta llegar a Cancale, ya en la bahía.
CANCALE:
No tiene nada que ver con cualquiera de los pueblos visitados o por visitar. Situada enfrente de la isla de Jersey, en el canal de la Mancha, respira ambiente marinero: en el puerto, en las calles, en los restaurantes,… Una delicia para el turista y un paraíso para el fotógrafo: puestas de sol maravillosas y mucha, mucha luz durante todo el día.
Si te gustan las ostras: restaurante Au Vieux Safran. Las ponen de diferentes formas y además tienes marisco a precio asequible y con buena sidra bretona para acompañar.
Uaike, auténtica comida peruana, sin fusión, en el centro de Bilbao.
Dol de Bretagne está ya en el límite entre Bretaña y Normandía, en el camino desde Cancale a Mont Saint-Michel. Se trata de un pequeño de 5.000 habs. Casas medievales y entorno de la catedral muy interesante.
Antigua sede episcopal, su catedral gótica merece una visita. La visita la debemos completar con un recorrido por la Cathédraloscope, que es un museo en la misma plaza de la catedral sobre como se construían las catedrales en la Edad Media. Algo curioso.
Próximo está el monte Dol, con un molino y bonitas vistas.
Siguiendo nuestro camino llegaríamos a Mont Saint Michel, pero eso ya es otra historia, y además es una historia normanda.
La Rioja está limitada al norte por el Ebro, que lo separa de País Vasco y Navarra. Al gran río llevan su aguas el resto de los ríos riojanos.
La excursión que os propongo va del valle del río Oja, a la altura de San Millán de la Cogolla, hasta el valle del río Najerilla, a la altura de Bobadilla.
Son poco más de 12 km pero nos permiten ir por una carretera sin tráfico, cruzando Estollo y luego campos y campos de cultivo que nos permiten encontrarnos con la esencia del paisaje riojano próximo a las montañas.
Se pasa cerca del desvió de Matute, por lo que si es otoño es muy recomendable la escapada al hayedo próximo.
Os dejo unas fotos de este otoño.
Si se os hace la hora de comer en San Millán, un consejo que me agradeceréis, Restaurante Asador Serrano. Menú formidable y a muy buen precio. Está a la salida del pueblo, ya en dirección a Estollo.