Cualquier tiempo pasado fue mejor… o no

Troyes

Si os digo Troyes probablemente no os dirá nada a la mayoría. Espero que tras leer este artículo os pique un poco la curiosidad sobre ella.
Es una ciudad pequeña: 65.000 habs. (130.000 con los barrios). Cómoda de acceso.
Troyes está en la región de Champagne, al sur de los grandes centros de champagne, como Reims, Epernay o Ay. Así que es una buena escala camino de o de vuelta de.
Posee un casco antiguo con muchas casas con entramado de madera muy vistosas y algunas callejas medievales son tan estrechas que la gente puede darse la mano de una casa a otra. Es una ciudad de interés artístico que posee palacetes, museos y diez iglesias con vidrieras de los s. XII al XX. Está muy bien conservado y sin «grandes sacrilegios modernos», por lo que es fácil viajar en el tiempo a 500-700 años atrás.
Pero hay más. Es la sede de distribución mundial de Lacoste. Toda la ciudad tiene productos de esta marca a muy buen precio. Piezas de muestrarios,…

Otro aspecto desconocido por la mayoría: a las afueras están los mayores outlets de Europa. es un concepto algo distinto a lo que conocemos en La Roca de Barcelona o en Las Rozas de Madrid. El tamaño puede ser 20-30 veces mayor. Se combinan el modelo tienda,s imilar al español, con el modelo angar (son los antiguos edificios de fábricas textiles) y además hay angares de Black-Decker, accesorios de coche,…
Un par de consejos por si vais por allí: un sitio para dormir: hay dos hoteles preciosos, céntricos y con muchísimo encanto. Ideal para ir en pareja. Cuelgo una foto de uno de los sitios.Los encontraréis en cualquier guía.
Para presupuestos más justos: Hotel Ibis style, abierto en 2013. Céntrico, nuevo y con una relación calidad/precio muy buena.
Si vais a cenar en el casco antiguo y queréis comer comida de allí, a buen precio, no tendréis problema. Hay variso sitios para todos los presupuestos.

 

Ceviche casero

¿Y la ginebra?

Pau: plaza Clemenceau

Hay una plaza en Pau, capital de los Pirineos Atlánticos, que es el centro de la vida neurálgica de esta preciosa ciudad. Allí están los almacenes Lafayette, la tienda Apple, restaurantes, tiendas de ropa,… un poco de todo. Es la plaza Georges Clemenceau.

Siempre me ha llamado la atención las flores tan bonitas que hay en cualquier época del año. La verdad es que en eso los franceses son más cuidadosos.

Para comer os recomiendo el restaurante alsaciano de una de las esquinas. No cierra a mediodía, lo cual resulta útil para los españoles y puedes probar un poco de todo: ostras y marisco de Arcachon, flamenkuchen de Alsacia, buenas carnes del Pirineo,…

Lugares con sabor. Esperando al oso.

Parque faunístico de Lacuniacha

De Egipto a Madrid

Contrastes

Rincones de Panticosa

Tras la reja azul

Schiedam: molinos para soñar

Cerca, muy cerca de Rotterdam, casi se diría que es un barrio, hay un pueblecito que cuando llegas parece que hayas cruzado un stargate y que te hayas transportado a siglos atrás. Se llama Schiedam.

Si buscas un poco de paz, molinos, patos y garzas, canales, paseos en bici,… escápate. No te arrepentirás.

 

La otra Alsacia

Alsacia es una región francesa que por tradición combina lo francés y lo alemán. Una extensión y población un poco superiores a las del País Vasco, para hacernos una idea. Su capital es también una de las capitales europeas por lo que escapa de este artículo, al igual que Colmar y Mulhouse, ciudades más grandes y con suficiente entidad para monográficos.

Este post pretende fijarse en los pueblecitos alsacianos, llenos de flores, perfectamente cuidados, con cascos antiguos medievales tan perfectos que parecen Eurodisney y con vino blanco por todos los rincones. Todos tienen su encanto, por lo que me centraré en 4 muestras.

Ribeauvillé:

Es uno de los centros de producción vitivinícola alsacianos. A mitad de camino entre Colmar y Estrasburgo. Casas medievales, murallas, antiguo castillo en lo alto y casas medievales, muchas y muy bonitas.

Riquewihr:

Para darse una idea de este pueblo, merece la pena coger el trenecillo turístico que da la vuelta al pueblo y luego lo recorre por el interior. Te das entonces cuenta de que se trata de un pueblo traído de otro lugar y dejadfo en paracaídas sobre un mar de viñas; por eso llegan hasta las mismas casas. Mucho encanto aunque exceso de turistas.

Obernai:

Cuna de Sta. Odilia, patrona de Alsacia. Bonito pueblo en el Bajo Rhin.

Dambach la Ville:

Con predominio de edificios renacentistas, como el Ayuntamiento, abundantes pequeñas bodegas y ambiente por todas partes.

En resumen, no son pueblos de impresionantes museos como el de automóviles de Mulhouse ni de paseos románticos como Colmar o de empaque europeísta como Estrasburgo, pero es una gozada pasear por sus calles, por sus viñas, por sus bodegas, degustar un flamenküche en una taberna local con una botella de Riesling.

Something worth visiting.

Los Victorinos

Tasca de toda la vida, cerca de la Seo, Del Pilar,… Los Victrianos son de esos sitios que tienes que conocer..

Sitio pequeño, con ambientación taurina, con picoteo contundente, como casi siempre en Aragón.

Ainhoa

Se trata de un pequeño pueblo de la Aquitania francesa, de 600 habs, en el camino de Santiago francés y a solo 2 km de la frontera. Cerca de Espelette, Zugarramurdi,… merece la pena una excursión.