El zorro es un animal inteligente y astuto, como aparece en cuentos y fábulas.
El zorro es diferente a otros caninos. En primer lugar, el zorro no ladra como otros caninos, ni tampoco vive en manadas, prefieren andar solos por su cuenta. Los zorros son animales nocturnos, por lo que van a estar activos durante la noche, es extraño verlos moviéndose durante el día, y cuando lo hacen es porque algo anda mal, en este caso pueden estar buscando fuentes de alimentos, pueden estar enfermos, o escapando de las amenazas de su ambiente natural. Una de las mayores amenazas para los zorros son los humanos ya que a menudo invaden su hábitat.
Los zorros son animales de color rojo y marrón, y también tienen áreas blancas en su cuerpo. Son perros pequeños con narices largas, y orejas largas y puntiagudas. Tienen un excelente oído y su olfato les permite evitar el peligro y encontrar fuentes de alimentos.
Altivo, solitario, noble, generoso, tranquilo, entrado en años… el bisonte recorre los campos, los valles, pausadamente, sin prestar demasiada atención a lo que sucede a su alrededor, consciente de que su tiempo de máxima gloria ya pasó pero que aún le queda vida e ilusiones por cumplir.
Hubo un tiempo en el que era el líder de la manada de más de 3000 cabezas y en todo los confines del territorio e incluso más allá era conocida su crin tostada, su mugido era el que retumbaba más alto y cuando él levantaba la cabeza, los demás bajaban la suya. Era una época en que las hembras se le acercaban para aparearse con él y los machos jóvenes le seguían intentando aprender y ganarse su favor. Era la época en la que guiaba con generosidad pero con mano dura, intentando que el grupo permaneciera unido y que todos llegaran a los nuevos pastos.
Suyos fueron numerosos méritos, hoy ya casi olvidados, como la manera de protegerse de los depredadores con el novedosos sistema defensivo o la nueva manera de avanzar con un grupo vigilando y otro planificando por donde seguir su mudanza de pastizales.
Pero llegó la gran nevada y el bisonte intentó, sin conseguirlo, mantener unido al grupo y tratando que todas las enseñanzas de tantos años se pusieran en práctica y que el grupo se comportara como un solo bisonte. Llegaron otros machos poderosos que le echaron de la manada, dejándole más tarde volver, pero sin honor ni gloria.
Desde entonces hasta hoy, permanece solo y casi olvidado. Alguna vez se le acerca algún bisonte de la vieja guardia y le arranca un resoplido al llamarle jefe. El resto del tiempo avanza orgulloso, divisando allá abajo la manada, más dispersa y controlada ahora por nuevos machos que arribaron hace ya tiempo.
A veces le invade la nostalgia pero sigue su paso altivo, solitario, noble, generoso, tranquilo, entrado en años…
Hay especies animales que viven en solitario y solo se juntan a miembros de su especie para aparearse o para cazar. Pero hay otros que son gregarios y se sienten seguros en grupo, con los mayores que aportan la experiencia, los machos alfa, los machos jóvenes, las jóvenes féminas, las crías,…
Te levantas prontito. Aún hay niebla baja que apenas deja ver el paisaje y hace poco calor. Te acercas a una valla y te lo encuentras de frente. Entonces te das cuenta que ni Carlomagno, ni Rolando ni los vascones; el rey de Roncesvalles es él.