Columpio visto de otra manera

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Ojo que pincha

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Un rincón de la Historia de La Rioja: Contrebia Leucade (más de un ciento de casas blancas)

 

Los restos más antiguos de presencia humana en este lugar corresponden al enterramiento de la Cueva de los Lagos, que se sitúa cronológicamente en el Bronce Final, y culturalmente relacionado con la Meseta. Podría datarse sobre el año 1.000 a. de C. Se han encontrado allí restos humanos y fragmentos de cerámica.

Asentamientos posteriores ampliaron la ciudad y propiciaron su desarrollo. No  existen aún contactos con la cultura centroeuropea, como lo demuestran la inhumación en lugar de la incineración de cadáveres, así como los estudios realizados en cerámica con decoración estilo «boquique», de procedencia meseteña.Cerámica_con_boquique_Cogotas-I

La Cueva de los Lagos, con posible salida al río por la parte inferior, pudo ser utilizada como necrópolis del poblado de Peña Recuenco, de vivienda semiexcavada en la roca, para guarecerse de los fríos que se producen al pasar de una etapa de clima suboreal, a otra más fría subatlántica.

La entrada de pueblos indo-europeos celtas en sucesivas oleadas, entre los años 900 y 400 a. de C., provoca un cambio radical en las formas de vida en los antiguos poblados. Este es el caso del primer poblado de las ruinas, en plena Edad de Hierro. Puede datarse entre el siglo VI y IV a. de C. El poblado Hallstattico se encuentra en el cerro oeste más próximo al río, en una pequeña meseta defendible, con sus lados cortados a pico sobre el río, el resto está amurallado. La muralla conservada en el lado oeste, tiene 200 m. de largo y un espesor de 2,20 m. La casa hallstáttica es pequeña, rectangular, con hogar central de arcilla endurecida, y habitación trasera a modo de despensa. Aparecen algunas casas adosadas a la muralla. En la cerámica aflorada del yacimiento aparecen hasta diez formas diferentes: escudillas, cuencos, etc.

Fueron los asentamientos que tuvieron lugar entre los siglos IV y III a. C. los que ampliaron la ciudad y propiciaron su desarrollo. El poblado celtibérico se asentaría así sobre el hallstáttico, ampliándolo y aprovechando lo anterior. Se cree que fue una ciudad, en principio, pelendona y posteriormente arévaca, pueblos de la meseta castellana. Estos últimos llegaron, aproximadamente, hacia el 300 a. C. Las tribus celtíberas fueron dueñas de Contrebia Leucade hasta su derrota por los romanos y la consiguiente romanización de la zona.

Los romanos llegaron a comienzos del siglo II a. de C. La ciudad controlaba un territorio entre dos espacios diferentes, pero muy importantes, como eran el valle del Ebro y la meseta castellana. Controlaba igualmente el curso del río Alhama que constituía el camino rápido y directo entre los dos espacios, lo que debió ser tenido muy en cuenta por los romanos a la hora de planificar el asalto y la conquista de la Meseta. El control de esta vía justifica también el que más tarde, en época imperial, Roma se preocupe del lugar y se rehaga su dispositivo de defensa con vistas a facilitar el paso de tropas entre el Ebro y la Meseta. Desde Contrebia partiría otro camino que enlazaría con el itinerario 27 de Antonio, dirección Clunia. 

Contrebia tomó parte activa en las Guerras Sertorianas, del lado de Pompeyo, siendo tomada y destruida en el año 77 a.C., quedando una población residual durante el Imperio, hasta el siglo III d.C.

Tras la caída del Imperio y la violenta invasión de francos y alemanes, se fortifica de nuevo -caso de la muralla norte- y se reutilizan las antiguas viviendas, como lo demuestran los muros de mampuesto de algunos edificios fechados en esta época.

 

Vidrieras de ayer y hoy

_MG_9170Vidrieras de ayer

Un rincón de la Historia de La Rioja: Briones

 

Aunque dentro del término de Briones (ermita de los Santos Mártires, situada a mitad de camino entre Gimileo y Briones) se han encontrado restos de un yacimiento lítico de la Edad del Bronce, el emplazamiento actual se identifica con los berones, de los que toma su nombre y suponía un emplazamiento en alto junto al Ebro, similar al del Monte Cantabria, próximo a Logroño.

La única referencia durante la época romana son restos arqueoógicos cerca de la ermita de la Concepción, en el denominado Camino Real.

Entre 714 y 715 es ocupada por las tropas musulmanas, en cuyo poder permanecerá hasta el s. IX. Ya en ese comento había presencia judía en Briones. Hay constancia de  una importante presencia judía durante toda la Edad media. 

Alfonso I de Asturias en 740 y siguiendo la ribera del Ebro, destruyó y taló los términos de Briones y otras seis poblaciones de la Rioja Alta. Poco después fue recuperada por los musulmanes.

En 923 es reconquistada definitivamente y conoce una primera repoblación cristiana, vascones en su mayoría. Pasa a ser gobernada por el reino de Pamplona.

En el verano de 991 tiene lugar la 36ª aceifa de Almanzor: conquista la ciudad de Briones y la arrasa. También ataca Nájera y Cenicero. 

Fue de Navarra en tiempos de Sancho el Mayor, formando parte de la Tierra de Nájera, y se regía por su fuero (al menos entre los años 1000 y 1035), hasta 1076 en que fuera asesinado Sancho el de Peñalén. A raíz de esto, Alfonso VI de Castilla se apoderó de La Rioja desde Montes de Oca hasta el río Ebro, quedando Briones incorporada a la Corona de Castilla como villa fronteriza frente a Navarra, por su estratégica posición ribereña del Ebro. Briones pasó a ser Señorío de los de Haro.

Dominio navarro del Rey Ordoño II de León, desde principios del siglo X.

Fernando III el Santo nombró a Don Diego López III de Haro, sobrino del monarca, primer Señor de Briones, permaneciendo desde entonces el Señorío en el ámbito del Reino de Castilla, aunque a menudo envuelto en numerosos episodios bélicos con sus vecinos del Reino de Navarra. De esa época son las murallas y la torre del homenaje que se hundió en 1941.

En 1240 Don Diego López se reveló contra Fernando III y se refugió en Briones. El rey cercó la villa y lo hizo prisionero, destruyendo la fortaleza. A partir de entonces la villa fue realenga.

El 18 de enero de 1256, Alfonso X el Sabio le concedió el fuero de Vitoria, para garantizar la repoblación castellana ante las pretensiones Navarras.

En 1293, reunidas las Cortes en Valladolid por Sancho IV, se otorgaron varios privilegios reales, entre ellos el de Briones, que entonces comprendía las aldeas de Ollauri, Gimileo y Rodezno (hasta el s. XVIII). 

Durante las guerras mantenidas por Enrique de Trastámara y Pedro I el cruel, Briones fue el señorío del hermano del Trastámara, Sancho, a quien el rebelde don Enrique le había concedido varias villas y lugares riojanos. Durante la batalla de Nájera librada en 1367, Don Sancho fue hecho prisionero por Pedro I y despojado de «Briones con todos sus lugares, aldeas y términos».

En 1369, Pedro I fue asesinado por su hermano y éste ocupó la corona castellana. El nuevo rey, Enrique II, confirmó ese mismo año el fuero y se instaló en esta villa para negociar con el rey Navarro Carlos II, el Malo, sobre sus diferencias territoriales. Sin embargo, la guerra castellano-navarra estalló en 1378 a causa de la alianza entre Ricardo II de Inglaterra y Carlos II. Los avances castellanos por tierras navarras forzaron a Carlos II a negociar la paz con Enrique II y para ello envió dos procuradores al campamento real castellano emplazado en Briones. La denominada paz de Briones fue firmada el 31 de Marzo de 1379.

En la época de vasconización de la Rioja había en Briones treinta apellidos vascos en 1536.

Cuando los franceses entraron en Briones el 30 de noviembre de 1807 tanto la iglesia como la ermita del Santo Cristo fueron saqueadas.

En 1836, durante la primera guerra carlista, la Brigada de Briones fue enviada por el general Luis Fernandez de Córdoba a cubrir la margen del Ebro para impedir el paso de los carlistas. En la última guerra carlista, Briones y Cenicero cayeron en manos de Eustaquio de Llorente el mes de noviembre de 1873 y fueron hechos prisioneros más de cincuenta brioneros que fueron trasladados a Laguardia.

 

Sertorianos en Calagurris

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Renascimento

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Bisutería romana

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Los romanos desfilan por Calagurris

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En memoria de las víctimas del terrorismo

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Primavera a la española

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Policromía

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Leones dormidos

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Más Holanda. No más Logroño

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No es Holanda, es Logroño

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