Se trata de un pequeño pueblo de la Aquitania francesa, de 600 habs, en el camino de Santiago francés y a solo 2 km de la frontera. Cerca de Espelette, Zugarramurdi,… merece la pena una excursión.
Francia
Un rincón de Bretaña y 3
Dol de Bretagne está ya en el límite entre Bretaña y Normandía, en el camino desde Cancale a Mont Saint-Michel. Se trata de un pequeño de 5.000 habs. Casas medievales y entorno de la catedral muy interesante.
Antigua sede episcopal, su catedral gótica merece una visita. La visita la debemos completar con un recorrido por la Cathédraloscope, que es un museo en la misma plaza de la catedral sobre como se construían las catedrales en la Edad Media. Algo curioso.
Próximo está el monte Dol, con un molino y bonitas vistas.
Siguiendo nuestro camino llegaríamos a Mont Saint Michel, pero eso ya es otra historia, y además es una historia normanda.
Un rincón de la Bretaña 2
Dejamos Dinan contentos por lo disfrutado y prometiéndonos a nosotros mismos que volveremos. No tiene la fama de otras pero tiene tanto encanto o más. Cruzamos el río y deshacemos el camino andado hacia la costa pero por el otro lado, hasta llegar a Saint-Malo.
SAINT-MALO:
Saint-Malo es como Dinard pero que ha tenido mejor envejecimiento. Se respira más vida diurna y nocturna. Su población en verano supera los 200.000 habs., lo que nos da idea del jolgorio estival. Para gustos, colores. Yo prefiero seguir la línea de la costa hacia el Este hasta llegar a Cancale, ya en la bahía.
CANCALE:
No tiene nada que ver con cualquiera de los pueblos visitados o por visitar. Situada enfrente de la isla de Jersey, en el canal de la Mancha, respira ambiente marinero: en el puerto, en las calles, en los restaurantes,… Una delicia para el turista y un paraíso para el fotógrafo: puestas de sol maravillosas y mucha, mucha luz durante todo el día.
Si te gustan las ostras: restaurante Au Vieux Safran. Las ponen de diferentes formas y además tienes marisco a precio asequible y con buena sidra bretona para acompañar.
Un rincón de la Bretaña 1
Hay una zona en el norte de Francia, en el límite de Bretaña y Normandía, que merece la pena conocer y perderse una semana por ella. Es la zona comprendida entre Dinard por el oeste y Mont Sant Michel por el este. Pero empecemos por el principio.
DINARD:
Situado en la desembocadura del río Rancé, enfrente de Saint Malo, a la que no se puede acceder por puente directo, sino que hay que remontar hasta el puente de la Brebis. Pasear por Dinard da un poco sensación de ambiente decimonónico, un poco venido a menos pero con un cierto encanto. Casas de más de cien años, que en su momento serían lujosas mansiones.
DINAN:
Esto ya es otra cosa. Llegamos remontando el río, hacia el Sur. Se trata de una ciudad llena de encanto, llena de vida y por desgracia, llena de turistas.
Hay como dos partes bien diferenciadas, la del puerto fluvial y la del pueblo, propiamente dicho. Las escenas de los barcos anclados, junto al alto puente que da acceso a las empinadas calles que nos llevan al pueblo son preciosas. Los restaurantes junto al río,…
Cogiendo la empinada calle que hay enfrente del puente comenzamos el ascenso que nos llevará al pueblo. Muchísimo encanto en cualquier rincón. Toda la estética adaptada a la decoración bretona. Es también la sede de las conservas La Bella Isolda. En resumen, un pueblo con encanto, preparado para sacarle partido.
Troyes