Estás en el hospital Sant Pau de Barcelona.
Te asomas a uno de los ventanales de la fachada principal y miras al final de la avenida de Gaudí.
Y ¿Qué hay allí al fondo?.
Sí. La Sagrada Familia.
From my guardaviñas / Desde mi guardaviñas
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Estás en el hospital Sant Pau de Barcelona.
Te asomas a uno de los ventanales de la fachada principal y miras al final de la avenida de Gaudí.
Y ¿Qué hay allí al fondo?.
Sí. La Sagrada Familia.
Cuando vas del Pallars Sobirá al Valle de Arán pasas por el Puerto de la Bonaigua (el puerto de la buena agua), a 2.072 m de altitud.
Comienzas el descenso entre verdes praderas, y montañas interminables y el primer pueblo que te encuentras es Tredós, a 1.350 m. Pequeño pueblecito de a penas 100 habitantes fuera de temporada.
Pero cuando caminas por sus calles empedradas te das cuenta de que tiene muchísimo encanto y que sus tres iglesias y sus cinco hoteles no son por casualidad.
Camino de Salardú nos encontramos esta Iglesia de Santa María de Cap d’Arán, que se remonta al s. XI y que, aunque menos conocida que sus hermanas de Boí y de Tahull, tiene su encanto, con su coqueta cripta. Las pinturas originales están en Nueva York, en el Museo de The Cloisters de Nueva York, en un claro ejemplo de expolio.
Una recomendación: si estáis por allí y no os da miedo escaparos del mundanal ruido, alojaros en el hotel Baños de Tredós, un tres estrellas pero que no os defraudará, en especial si es temporada de nieves. En esta época solo se puede llegar hasta el parking de motos de nieve y a partir de allí solo con este medio a recorrerlos 6 km de distancia. Solo 8 habitaciones y una suite, pero con baños termales, chimenea,… A veces no hace falta ir a los Alpes….
La carretera de Tossa de Mar a San Felíu de Guisols va delimitando el mar de la tierra, en sucesión de curvas y contracurvas. Tan preciosa que invita a levantar constantemente la mirada de la carretera y por ello tan peligrosa.
El mar se levanta excelso aquí y allá, dándonos unas cajitas minúsculas pero divinas.
Viendo el mar bravío por la Tramontana, o los pinos mediterráneos que sirven de envoltura al azul cristalino del mar y que han ido adoptando formas caprichosas por el viento continuado, uno se da cuenta que, aunque los humanos nos seguimos empecinando en matar a este mar interior, sigue estando maravillosamente vivo.
Besalú se encuentra en Gerona, en concreto en una zona famosa por sus volcanes, hoy en día inactivos, conocida como la Garrotxa, lindante con el Alto Ampurdán y Pla de l´Estany..
Toda la zona conserva bien su historia, sus torres, sus iglesias… y Besalú de manera especial, con su acceso a través de un puente medieval muy bien conservado.
Una vez en el pueblo se suceden comercios de artesanía, una tetera con encanto, una forja singular,…
Así hasta llegar a la plaza porticada donde se encuentra el Ayuntamiento, con sus terrazas del s.XXI pero con el sabor de siglos atrás.
El trazado actual de la villa no responde fielmente a su estado original pero sí que posibilita a grandes rasgos la lectura de la urbanización de la Edad Media con la existencia de importantes edificios: el puente, los baños judíos, la iglesia del monasterio de San Pedro de Besalú y San Julián, antiguo hospital de peregrinos, la casa Cornellá, la iglesia de San Vicente y la sala gótica del Palacio de la Curia Real.
Merece la pena visitar.
Y ya que se está por la zona, pueblos próximos como Montagut o Castellfollit de la Roca, tampoco defraudan.
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