Arte en la central hidroeléctrica

Soledad deseada

Naturaleza viva ¿?

Sabor de ayer

Hotelito con encanto en Lárrede

Sandiniés. Sobriedad pirenáica

Ventana al valle

Frío seco en Orós bajo, Valle de Tena

La casa madre

Vuelven los duendes navideños a Sallent d eGállego

Yo ya he encontrado mi paraíso. ¿Y tú, a qué esperas?

Te levantas  con las primeras luces.

Con el abrigo imprescindible en esta época del año en los Pirineos, coges el coche y enfilas el valle de Tena dirección a la frontera.

Cogemos el desvío que conduce a Sallent de Gállego. Al llegar al pueblo cogemos el camino de la izquierda, el de toda la vida y en la curva vamos hacia la izquierda nuevamente, por la carretera antigua a Formigal.

Tras abandonar las urbanizaciones de la parte alta del pueblo, seguimos por la carretera hasta una curva pronunciada a la izquierda. Allí abandonamos la carretera  principal y cogemos la que conduce al pantano de la Sarda.

Pronto encontramos nieve y algo de hielo, pero sin riesgo.

Las vistas sobre Sallent y valle abajo son magníficas.

A mitad de camino hay un pequeño mirador y un lugar donde caben 4 coches. Dejamos allí nuestro coche. Y comenzamos a andar.

Abetos a izquierda y derecha, caminamos sobre un manto blanco y solo se oye el río Aguas limpias que discurre a nuestra derecha.

A la izquierda las faldas de la Peña Foratata.

Fabuloso paseo que nos lleva a un fabuloso espectáculo.

No es época del año para grandes excursiones pero si que bordeamos el pantano,

Por suerte, en invierno el asador está cerrado por lo que casi no nos cruzamos con nadie. Así que cuando llegamos al final, estamos en NUESTRO PARAÍSO.

No os perdáis la cascada del lado de la derecha, helada en esta época.

Se acerca la Navidad a Biescas

San Juan de Busa. Mozárabe serrablés.

Las dueñas somos nosotras

Ocaso en el balneario de Panticosa

balneario de Panticosa