Torla es un pequeño pueblo de 300 habitantes, situado a unos 1000 m de altitud. Hasta ahí nada de especial.
Se encuentra en el valle del río Ara, el único en España de origen glaciar que no ha sido represado en sus 70 km. Un dato curioso.
El nombre de torla es una derivacion de “torre” en referencia a la torre que existio para defensa de los franceses en la época de Juan II de Aragón (siglo XV).
Esta “torre” con su fortaleza se situaba donde ahora se encuentra su hermosa iglesia de estilo románico, construida sobre una gran roca por donde pasa la carretera actual gracias a un tunel.
Alla por 1.512 se le concede el titulo de villa por honores de los que allí vivían, desde entonces, se intenta dar honor a tal titulo conservando calles limpias, casas restauradas y sobre todo en verano, engalanando balcones y ventanas con preciosas macetas con flores realzando la natural belleza de sus calles inclinadas y arquitectura pirenáica curiosa.
A pocos kilómetros de Torla, desde el denominado puente de los navarros, sale un camino por el valle e Bujaruelo, que conduce, valle arriba, a través de un paso fronterizo natural con Francia accediendo directamente a la poblacion de Gavarnie por la carretera de “col de tentes”.
Pero lo que realmente hace famoso a Torla y punto obligado para cientos de excursionistas cada año es que se trata de la principal puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Raro es el año que no hago una escapada al pueblo oscense de Ainsa. Es un precioso pueblo pirenáico, repleto de historia, con rincones con mucho encanto, una iglesia preciosa, que no le falta ni su cripta ni su mini claustro,…
Como ya me ha pasado en alguna otra ocasión, en mi última visita descubrí un rincón desconocido para mí, pero precioso. Supongo que os habrá pasado eso mismo en alguna ocasión: Crees que ya lo has visto todo, que lo conoces todo, pero OHHHH sorpresa, queda algo por descubrir.
Debo admitir que siempre que voy a pasar el día como en elrestaurante El Callizo, de lo mejorcito que hay en los Pirineos, siempre a un nivel muy alto y del que ya he hablado en alguna ocasión en el blog.
Pero, casualidades, está cerrado en la actualidad por reformas hasta marzo, por lo que hubo que buscar alternativas.
Horno de leña de verdad, como los de antes
Así es como, por casualidad, acabé en este restaurante, Bodegas de Ainsa, en el extremo sureste de la plaza. Y fue un descubrimiento por todo lo alto.
Bodegas de Ainsa posee uno de los dos únicos hornos de leña de la localidad, lo cual hace que sus platos a la brasa tengan un sabor especial. Ello, unido a una buena materia prima, es casi garantía de éxito.
El plus del buen servicio está conseguido, así que tenemos mucho ganado.
Pero lo que me sorprendió sobre manera fue la decoración. Apoyada en un edificio de regia piedra, y con vidrieras y cristaleras de inspiración medieval, tiene varios comedores en el sótano de gran encanto, con un mobiliario multicolor que crean un ambiente muy agradable.
Bodegas de Ainsatiene también una terraza exterior y una interior que tiene que ser las delicias de los días de buen tiempo, con vistas al valle.
Me llamaron la atención la cabina telefónica, decorada en madera policromada y un aliviadero francés de siglos atrás, en la zona de salida a la terraza. Piezas muy curiosas.
Junto a la zona de bar hay una prensa de la antigua bodega, que da fe de lo que en tiempos fue aquel edificio.
En resumen, un sitio que tienes que conocer, con una buena comida montañesa y una carne a la brasa que no defraudará. Os dejo el link a la carta, para ir haciendo boca.
You find out windows that seems to be very old, probably contemporaneous with the church but there are parts that were built later in the history. The lord of the house was probably a rich man with several servants, horses, dozens of cows,…
Huge stones were brought in to build several mansions.
The balcony is from the 19th century. Perhaps there was there a little window before. Hunger and poor harvests for years led to several houses where there was a mansion. It was neccessary to use bricks because stones were to expensive.
Evolution or involution?
The TV antenna are part of the 20th century… Every corner of the house is perhaps a bit dirty. People living there are poorer than anytime before.
Evolution or involution?
It´s like a miracle to have a look to this buildings and start dreaming of the stories that could have happened there.
But it doesn’t seem to be very clear weather it is evolution or involution.
This is part of Norm Frampton’s weekly photo challenge Thursday Doorsfor door-lovers around the world. Follow the link for Thursday Doors to learn more.
El palacio Argillo de Zaragoza se encuentra en la Plaza San Felipe, en el centro, centro de la capital aragonesa.
Fue en origen la casa nobiliaria de Don Francisco Sanz de Cortés, infanzón zaragozano cuya prosperidad económica y social le lleva a ampliar su casa, sita en la Plaza de San Felipe, entre 1659 y 1661, para darle un aspecto nobiliar acorde con su nueva posición.
Inicialmente añadirá una nueva fachada, el patio, la escalera y el salón en la parte delantera de la planta noble.
Nombrado Marqués de Villaverde en 1670 por Carlos II, van a sucederse con su hijo y nieto, una serie de reformas en el palacio que afectarán en parte a la iglesia de San Felipe, con la que compartía medianiles.
Cuando su nieto marcha a Madrid, la casa se desvincula de la familia, hasta que la Condesa de Argillo lo hereda en 1837, denominándose a partir de entonces Palacio de los Condes de Argillo.
El edificio resultante posee las características de la arquitectura civil de la nobleza aragonesa en la transición del modelo del Renacimiento al Barroco, adaptando a una expresión característicamente barroca a la organización y los elementos de las obras domésticas renacentistas. Tales son el mirador de arquillos de medio punto doblados, o la sucesión: zaguán, patio y escalera, aunque todo ello tiene ya otro tratamiento.
Museo Pablo Gargallo
Desde 2002 alberga el Museo Pablo Gargallo, en honor del universal escultor aragonés.
Contiene esculturas en bronce y otros materiales, dibujos, grabados y varias plantillas de cartón para formar algunas de sus esculturas, así como el Fondo de Documentación relativo al propio artista y a la escultura contemporánea. Dispone también de una sala de exposiciones temporales y de un centro de documentación sobre arte contemporáneo.