Ya quedó claro hace unos días que para mí, el santuario del atún por estas tierras es el Campero en Barbate.
Pero a veces no vas buscando solo unos ricos manjares o un servicio esmerado. O por el motivo que sea se prefiere variedad en lugar de una comida casi monotemática en cuanto a la materia prima.
El restaurante la Fontanilla de Conil entra en el segundo de los apartados.
LLamar chiringuito de playa a este restaurante junto a la playa me parece un poco cruel. Y no es que no sea consciente de que hay chiringuitos de playa en este país de un altísimo nivel, pero para los que somos de tierra adentro, la denominación tiene un poco de chiringuito de la serie «Verano azul». Y este restaurante es otra cosa.
Situado en la playa que le da nombre, aporta dos aspectos muy a tener en cuenta: variedad en los platos, con una materia prima de muy alto nivel y sobre todo…. unas puestas de sol que te hacen brotar las lágrimas de la emoción.
Un sitio para no perderse si estás por tierras gaditanas.
Para que entréis en faena y veais la decoración del sitio, los platos,…
Dentro del Parque de María Luisa, se trata del edificio más grande de la arquitectura regionalista andaluza, en el estilo neomudéjar imperante en la época. Pero es mucho más que eso. Se construyó como edificio principal de la Exposición Iberoamericana de 1929. En sus bancos aparecen representadas todas las provincias de España en paños de azulejos, y sus muros están decorados con bustos de españoles ilustres.
La plaza es de grandes dimensiones (170 metros de diámetro), tiene una forma semi-elíptica, que simboliza el abrazo de España a sus antiguos territorios americanos, y mira hacia el río Guadalquivir, como camino a seguir hacia América.
Al igual que el resto de la ciudad, la plaza ha sido escenario de varias películas. Entre las producciones más conocidas rodadas ahí están:
Lawrence de Arabia (1962): la plaza representaba el cuartel general del ejército británico en El Cairo.
La Giralda, (veleta con forma de persona o animal, la que gira).
Nos encontramos en la Península ibérica en el s. XII, en la ciudad de Sevilla.
Los almohades han entrado en la Península en 1147, procedentes del Magreb, en el norte de África, donde ya han derrocado a los almorávides, que hasta entonces gobernaban el norte de África y el Sur de la península Ibérica. Trataron de unificar las taifas utilizando como elemento de propaganda la resistencia frente a los cristianos y la defensa de la pureza islámica. Por eso su yihad se dirigió por igual contra cristianos y contra musulmanes. En poco más de treinta años, los Almohades lograron forjar un poderoso imperio que se extendía desde Santarém en la actual Portugal hasta Trípoli en la actual Libia, incluyendo todo el norte de África y la mitad sur de la península ibérica, y consiguieron parar el avance cristiano.
Durante el periodo de dominación almohade, la ciudad de Sevilla se convirtió en la capital de la Península Ibérica, lo que trajo a la ciudad una actualización de sus infraestructuras procediéndose a la construcción de algunas grandes edificaciones. En este ámbito se comenzó el levantamiento de una nueva mezquita mayor en el solar que actualmente ocupa la catedral, de la que dependía el alminar. La construcción de esta nueva mezquita mayor, que reemplazaba a la existente en la Plaza del Salvador, se inició el año 1172 y en 1182 se pronunció el primer jutba (sermón de viernes) en la mezquita. Tenía orientación de norte a sur y su puerta principal correspondía a la actual Puerta del perdón que da entrada al Patio de los Naranjos, que formaba parte del recinto de la misma. El alzado exterior de la mezquita tenía influencias de la Mezquita de Córdoba, mientras que la estructura de su planta procedía del modelo de las mezquitas marroquíes de Marrakech y de Tinmal.
Las obras de construcción del alminar de la mezquita (la Giralda) se iniciaron en el año 1184 bajo la dirección del arquitecto Ahmad Ben Baso. Hasta el 1195 las obras tuvieron un carácter intermitente, recibiendo ese año el impulso definitivo con motivo de la victoria árabe sobre las fuerzas castellanas en la batalla de Alarcos, celebrada el 19 de julio de 1195, cerca de la actual Guadalajara y siendo el califaAbu Yaqub Yusuf (Yusuf II).
El alminar tenía una altura de 82 m, siendo el edificio más alto de Europa en su tiempo. Según cuenta el cronista Ibn Sahib al-Salá, las obras se concluyeron el 10 de marzo de 1198, con la colocación de cuatro bolas de bronce dorado en el remate superior de la torre. Estas cuatro bolas o manzanas doradas se encontraban ensartadas en un vástago vertical. Esta composición recibe el nombre de yamur en la cultura árabe y se ha utilizado, aunque no siempre, para coronar mezquitas.
Más tarde llegaría la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212 y que marca el comienzo del fin de la dinastía almohade, no sólo por el resultado del encuentro en sí mismo, sino por la subsiguiente muerte del califa al-Násir y las luchas sucesorias que se produjeron y que hundieron el califato en el caos político. pero eso ya es otra historia…