Este sí que es uno de mis preferidos. Más acomodado al tamaño de los humanos. En un altiplano, resulta fácil imaginarte a caballo por los terrenos del castillo o subir a uno de los torreones y llegar con la vista a kilómetros y kilómetros.
Una recomendación: las caballerizas. Muy bien reconstruidas, parecen recuperadas justo después de ser abandonadas hace 300 años.