Vas por esos pueblos de Dios, viendo la manera de vivir de los lugareños, las formas de sus casas, sus huertos, sus aperos de labranza,… y de repente, al doblar una esquina te encuentras con esta imagen. Y te quedas consternado.
¿Cuántas veces le habrán robado la bici o alguna de sus partes al pobre propietario de la que se ve en la foto?. ¿Qué otras medidas habrá intentado antes?.
Y de manera inmediata comienzas a cavilar: ¿Cada vez la subirá al árbol o será una medida ocasional?, ¿Será esta solución algo habitual en el pueblo?.
Estuve varios días sin dormir cuando presencié esta escena.