Mario, del blog del fotógrafo ha escrito un completo artículo de cuidados de la cámara. Os paso un extracto sobre cuidados del sensor. Gracias Mario.
Limpiando el sensor: Paso a paso
Para minimizar los riesgos al a hora de limpiar el sensor de la cámara, asegúrate de hacerlo en un lugar libre de polvo, estable y que te permita trabajar con tranquilidad.
Vale aclarar que en realidad al limpiar el sensor no estarás en contacto directo con este. Delante del sensor hay un fino cristal que lo protege. Esto no quiere decir que debas ser menos cuidadoso realizando este proceso ya que encontrar a alguien que cambie dicho cristal no es tarea fácil ni económica.
Antes de comenzar a limpiar el sensor, asegúrate de que la batería este 100% cargada ya que si en el medio del proceso llegara a apagarse, automáticamente las láminas que protegen al sensor se cerraran pudiendo ocasionar un daño grave.
- Una vez hayas encontrado un lugar limpio y cómodo para trabajar, quita el objetivo.
- Para poder acceder al sensor será necesario que busques en las configuraciones de la cámara la opción “bloqueo del espejo”. En este modo, se levanta el espejo y se apaga el sensor pudiendo acceder a él y trabajar más tranquilo.
- En principio, como vamos a utilizar la pera de aire o un pincel, lo ideal es trabajar con la cámara “boca abajo” para que la gravedad nos ayude a que el polvo no vuelva a adherirse al sensor. Si estamos utilizando algún líquido lo más cómodo es la cámara “boca arriba” sobre una superficie limpia y firme.
- Procede a cuidadosamente realizar la limpieza del sensor. Si tienes dudas respecto al método que hayas elegido para realizar la misma, puedes leer las instrucciones que acompañan a los productos (Pera, Pincel, Solución liquida o tampón adhesivo) destinados para realizarla.
- Antes de colocar la lente y comprobar que hayamos desprendido todas las partículas, asegúrate de limpiar la parte posterior del objetivo para no volver a introducir polvo dentro de la cámara y que todo el proceso haya sido en vano.
- Apaga la cámara para que el espejo vuelva a su posición original y toma unas fotografías de una superficie de color uniforme, como una hoja en blanco, el cielo o una pared con el diafragma lo más cerrado posible. Verifica que aquellas partículas que antes estropeaban tus fotografías ya no estén allí.
Si luego de los pasos precedentes, aun quedaran rastros de polvo o partículas, debes iniciar nuevamente el proceso pero utilizando alguna de las otras opciones que te mencioné anteriormente, para realizar una limpieza más profunda. Recuerda siempre de ser extremadamente cuidadoso. Cualquier descuido podrá dañar tu equipo.
Qué no hacer a la hora de limpiar un sensor:
- El sensor no es como una lente, jamás utilices tu aliento para limpiarlo y mucho menos tus dedos. Al soplar nosotros mismos, expulsamos partículas de saliva que no hacen más que empeorar la situación inicial.
- No te recomiendo que utilices aire comprimido para limpiar el interior de la cámara. El aire sale con demasiada presión y si no somos cuidadosos corremos el riesgo de rayar el sensor.
- Ten cuidado: Cualquier movimiento brusco en el interior de la cámara puede dañarla.
- Para acceder al sensor, ni se te ocurra utilizar el modo Bulb ya que de este modo lograras levantar el espejo, pero el sensor seguirá activo y la energía que este emita puede atraer más polvo y ni hablar de qué pasaría si mientras realizas la limpieza se cerraran las cortinillas que protegen al sensor.
- No utilices cualquier líquido o alcohol para limpiar el sensor. Asegúrate de que el mismo no sea demasiado abrasivo.