Otoño en Torremontalvo

Hoja caída

Torremontalvo. Torre de los condes de Hervías.

La Torre de los Condes de Hervías fue construida entre los siglos XIV y XV sobre un torreón o fortaleza romanos que protegía el río Najerilla en la vía romana entre Briones y Varea. Hasta ese momento aparece en las referencias históricas como Montalvo, pasando de manos nobles a eclesiásticas, de eclesiásticas a civiles,…

En 1500 era propiedad de Juan Arista de Zúñiga, que lo vendió al Cosdestable de Castilla, aunque más tarde vendió Alesanco al Duque de Nájera, para poder redimir Montalbo y su castillo.
A finales del siglo XVII la propiedad de la torre fuerte pasa por el matrimonio de Magdalena Arista de Zúñiga con su tío Francisco Manso de Zúñiga, Conde de Hervías, a este apellido, perviviendo así hasta nuestros días.

La torre es una construcción de planta cuadrada de 12,50 metros de lado y 2 metros de grosor de muro. Tiene planta baja y cinco pisos, aunque originalmente sólo tenía planta baja y otros tres pisos, sobre vigas de madera.

Los pocos vanos originales están distribuidos en el segundo piso y en el último, tratándose de unos ventanales geminados.

A comienzos del siglo XIX las almenas fueron sustituidas por un tejado a cuatro vertientes y se le añadió un ático de piedra y madera. En un pilar de la estructura de la cara oeste se conserva un escudo del siglo XVI que corresponde a la familia Zuñiga.

torremontalvo-1

Hoy en día es una propiedad privada, estando habitada actualmente. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Descarrilamiento en Torremontalvo

A medio día el sol cae sobre el escaso cauce del Najerilla el 27 de junio de 1903 y recalienta los raíles del tren que pasa por encima de este río a la altura de Torremontalbo. Mientras tanto el tren de la Compañía de los Ferrocarriles del Norte se va acercando desde Bilbao camino de Zaragoza. El convoy está formado por dos locomotoras, siete vagones y diez coches de pasajeros. _MG_0375

El maquinista echa más carbón y toma velocidad porque en San Asensio se ha rezagado y lleva un retraso de 18 minutos. Por fin se acerca al Najerilla a toda máquina y con el carbón al rojo vivo. Entran en el puente Puente Montalvo y hacia la mitad el convoy da un zurriagazo: el tercer coche se ha caído hacia la derecha y anda recostado sobre la vaya del puente. El maquinista decide tomar más velocidad para salir cuanto antes del despeñadero en el que se ha convertido el puente, sin embargo el acelerón hace desprenderse la primera locomotora de la segunda y el coche que va recostado cae; los siguientes van tras él en un efecto dominó. El estruendo retumba en el valle y llega hasta la cercana villa de Cenicero. En un momento el Najerilla se convierte en un amasijo de vías, vagones y viajeros

Los 43 pasajeros muertos y un guardia civil que falleció extenuado por el intenso trabajo de rescate, además de 80 heridos, convirtieron a éste en el mayor accidente ferroviario sucedido en España hasta entonces.

La tragedia cubrió las primeras páginas de los diarios nacionales e internacionales durante días. Más de 100 años después es la mayor tragedia ferroviaria de La Rioja.

Tomado de la recreación que se hizo en la Revista «Vía Libre» con motivo de los 100 años del accidente.

Torremontalbo. Menos es más.

_MG_3746