Podere Sant´Alessandro. El campo toscano en estado puro.

Podere Sant´Alessandro
Podere Sant´Alessandro

Podere Sant´Alessandro se encuentra en el centro del triángulo formado por Siena, Arezzo y Montepulciano, en la Toscana menos turística pero más auténtica,

Fácil acceso desde las vías que comunican de Norte a Sur la Toscana y solo unos 3 kilómetros para llegar a la propiedad, aislada pero próxima .

Este paraíso toscano es un remanso de paz, rodeado de olivos y donde poder descansar después de un cansado día de plazuelas renacentistas y fuentes de la Edad Media.

Podere Sant´Alessandro
Podere Sant´Alessandro

Podere Sant´Alessandro es un alojamiento rural en el sur de la Toscana, ideal para empaparte de la región en su vertiente menos turística pero más auténtica.

Situado en un promontorio, goza de unas vistas panorámicas ideales para hacerte una idea de lo que es el paisaje toscano.

Son 6 apartamentos, adosados tres a tres, con nombres de pintores universales y con una plaza común en medio donde poder sacar la mesa para cenar, tender la ropa,…

Zona verde abundante, piscina, columpios,… Rincones donde aislarte y disfrutar del entorno

No se tiene sensación de agobio si están ocupados los otros apartamentos. Por el contrario, se tiene la sensación de que la propiedad entera es para tí.

Y por si fuera poco y muy importante, todo el personal tremendamente amables en la recepción, cualquier incidencia,… Por cierto, abstenerse los alérgicos a los olivos.

No se si como algo bueno o como algo mejorable pero el wifi no era para tirar cohetes.

Finalmente y a modo de resumen, Podere Sant´Alessandro es ideal si vas a salirte de la Toscana más turística compuesta por Florencia, Pisa y San Gimigniano. Si deseas ver esos paisajes de película. Si deseas contactar con la gente de la Toscana, rural, afable,…

Entonces Podere Sant´Alessandro es una muy buena opción para alojarte en el sur de la Toscana.

Caballos de Siena

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caballos de Siena

Questa è l´Italia

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Florencia. Buscando el cielo

 

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Florencia

Viendo las ciudades medievales, y el casco antiguo de Florencia lo es, ven elevarse hacia el cielo sus torres de las familias adineradas, las torres de sus iglesias, las torres de sus ayuntamientos,…

Atrás quedó la época más introspectiva del románico.

La duda que te queda es hasta qué punto se elevaban en la búsqueda de Dios, de si eran elementos defensivos y vigilantes o si era una manera de aparentar y de hacerse notar entre sus conciudadanos.

La torre del ayuntamiento de Florencia es un ejemplo, pero ahí están en esa misma ciudad,o el campanile de la catedral de Santa Maria de Fiore. O las siete torres medievales que aún se conservan en la ciudad.

Toda la Toscana está llena de ejemplos: San Gimignano, Siena, Pisa,…

Vamos a hacer velas

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Noche cerrada en Siena

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Rincón mágico

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Carta de ajuste sobre las ruinas

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Rincón primoroso

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Recuerdos de ayer en Siena

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Fin de jornada en Siena

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Siena es, para los no iniciados, esa ciudad de segunda fila a la que se decide no ir en nuestro primer viaje por esas tierras, ante la preponderancia de las Florencia, Pisa,…

Pero una vez, años más tarde, terminas visitándola y comienzas a pasear por sus calles peatonales, con palacios renacentistas, patios oscuros, su impresionante catedral, sus fantásticos restaurantes, sus heladerías estratosféricas,… y terminas el día en la plaza del Campo.

Difícilmente te imaginas la carrera del Palio por esos lares, ahora atestados de terrazas y ves como el sol comienza a despedirse, a descansar para el siguiente día, dejando unos últimos tintes dorados sobre la torre del ayuntamiento.

Como donde fueres, haz lo que vieres, te sientas en una de las terrazas a disfrutar del espectáculo, viendo pasar la gente, desde la pareja toscana impecablemente vestida al casi andrajoso joven, mochila a la espalda. Y pides un spritz, aperitivo típico del norte de Italia a base de una especie de Campari hecho en Padua (Aperol), vino espumoso y soda, con hielo y rodajita de naranja.

El sol se ha ido lentamente y la gente comienza a tumbarse en el centro de la plaza a ver el espectáculo de la plaza y de la llegada de la noche, unos con helados, otros con una guitarra,…

En ese momento de enamoras de Siena y ya nunca será una ciudad de segunda para tí.

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