Levantarse en el paraíso

Es imposible saber cómo es levantarse en el paraíso. Quizás el paraíso no existe. O es posible que el paraíso haya que buscarlo hacia adentro en lugar de hacia fuera.

Y sin embargo, hay veces que yendo de aquí para allá ves una casa con un entorno especial. Y te imaginas cómo debe de ser cada mañana abrir la ventana y, en lugar de una calle y coches, ves algo diferente, muy diferente, que te gustaría tener como primera imagen del día.

Esta es la sensación que tuve al ver esta casita. El día era desapacible, soplaba un fuerte viento y amenazaba lluvia. El sol había huido y sólo había nubes y más nubes.

Aún así me impactó el conjunto.

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