Pisado de la uva en Haro. Recordando la tradición.

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La tradición del pisado de la uva

El pisado de la uva, una tradición a punto de extinguirse.

Recuerdan los lugareños de mediana y de avanzada edad que años atrás la vendimia se realizaba totalmente a mano, con aquellas tijeras que hoy se ven más para cuidar setos que para robar los racimos de uva a los poderosos sarmientos.

Eran esos tiempos en los que se agrupaban los racimos para su traslado en unos cubos altos de madera, como los de las cubas, donde se agolpaban hasta llegar al lago de cada casa, donde se iban echando, uno tras otro, hasta quedar casi lleno.

Y una vez allí, los hombres, agrupados por parejas, se subían encima de la montaña de racimos y, sujetándose por los hombros, comenzaban una especie de baile, subiendo y bajando las piernas de manera alternativa, para ir exprimiendo el sagrado manjar de los racimos y sacando el vino primigenio, que se iba recogiendo más abajo.

Este  último paso es el que representa esta estatua que te encuentras a la entrada de Haro, para muchos la capital del vino de Rioja, si accedes desde la carretera de Casalarreina.

Recordando la tradición. Porque el que no sabe de donde viene, no sabe a dónde va.