Layers in Munich

Pretty skyline in response to the weekly challenge Layered

Perhaps the prettiest house in Munich

Brauhaus

Old fashioned München

Good vibrations from Bavarian

Perspective

Nunca falta la cerveza en Baviera

Bretzels in München

Haciendo los mejores sombreros de Munich desde 1863

Hamburg. The city of water.

Hamburg – Das Tor zur Welt (Gateway to the World) – is a city of water. This element is omnipresent in this city; from the Elbe River to the Alster Lake to numerous canals flowing through the city – no matter where we go we always know water is nearby.

a través de The City of Water — Journeys of Len

Berliner hipster

Looking up at Potsdamer Platz

Ubiquitous Berliner Bären

Hackesche Markt de día. Hackesche Markt de noche.

En pleno barrio judío de Berlín, cerca de la Alexander Platz encontramos una zona, antigua parte pantanosa a orillas del río y posteriormente zona de mercado, de ahí su nombre, Hackesche Markt.

Se trata de varios (creo que siete) patios, conectados entre ellos por pasajes, que ocupan toda una manzana de la zona, con abundante vegetación y con mucha, mucha vida.

De día es una zona dinámica, con cafeterías cosy, mínimas, pero con gran encanto.

Hay restaurantes sin prisas, con locales modernos y antiguos, con berlineses auténticos,…

Hay tiendas de diseño alemán, con ideas berlinesas, con estilismo cosmopolita y diferente,… unas pajaritos imposibles para ellos, unos impermeables nada discretos para ellas,…

Como si de un cambio radical de escenario se tratara, al echarse la noche, todo cambia, desaparece la luz casi por completo, cierran las tiendas y abren los pubs y tabernas un poco alternativos, all lado de cafeterías más tranquilas.

Un recuerdo a Anna Frank aquí y un guiño punk allá.

Resulta chocante tanto cambio, pero muy recomendable de visitar, tanto de día como de noche.

Mutter Hoppe. Una buena opción de comida berlinesa

Todos tenemos la tendencia, al menos los primeros días, de probar la comida local cuando se va a visitar un país o una ciudad nuevas.

La estancia en Berlín no iba a ser la excepción y después de consultar mil páginas en internet, me decidí a pedir consejo en el hotel . Muy amablemente nos recomendaron varios, uno de ellos cerca de la Alexander Platz.

Su nombre es Mutter Hoppe y está en el barrio de Nicolás, el espacio anexo a la Alexander Platz, rehabilitado tras los bombardeos de la segunda guerra mundial con la apariencia de antaño. No con gran éxito debo decir, pero de noche, «todos los gatos son pardos» así que debo admitir que tenía su encanto.

Hay mesas en una terraza exterior, comedor interior y un comedor subterráneo con diferentes espacios aislados y con mucho encanto. Siguiendo el consejo del experto, cenamos en el sótano.

Una comida muy alemana y muy rica. Y lo que es más importante , sin postoperatorio la mañana siguiente.

Amable servicio, un solo camarero pero servicial y sonriente. Tampoco se piden milagros.

En resumen, una buena opción, que te permitirá pasar un rato agradable, sin molestar ni ser molestado y muy céntrico. A tener en cuenta.

Ah, se me olvidaba, el precio excelente.